Transmitir ideas, pensamientos e intenciones sin la necesidad de soportes físicos usando procedimientos tecnológicos es el nuevo concepto de la teclepatía.
Tradicionalmente, la telepatía se refiere al intercambio de información a través de los sentidos físicos mentales no conocidos, o, según algunas creencias religiosas, a través de la capacidad del espíritu humano, como el alma. En un sentido general, es la transmisión de un mensaje intercambiado directamente entre dos mentes. Independientemente de los supuestos, estudios y visiones religiosas, la telepatía es una capacidad que está por encima de las condiciones humanas. Este fenómeno ya puede ser procesado como telepatía artificial o teclepatía (comunicación a través de chips).
La teclepatía permite la comunicación entre dos mentes a través de la tecnología, haciendo posible la lectura de los pensamientos con precisión. De la investigación realizada en el campo de la medicina y la ingeniería computacional avanzada, diferentes científicos creen que en el futuro será posible crear vínculos y los medios de comunicación a través de transmisores telepáticos por medio de emisores tecnológicos de emisión y recepción, ayudando, principalmente, a personas que posean problemas con el habla o de movimiento corporal.
Hace menos de un siglo, la existencia de teléfono fijo y del teléfono celular era un sueño científico que se convirtió en una realidad. La teclepatia puede permitir un nuevo método o medio de comunicación más avanzado entre los seres humanos, lo que eliminaría la dependencia de los equipos y los medios masivos para comunicarse, como Internet, transmisores de ordenadores, teléfono y radio.
En la práctica, en 2004, en Canadá, el paciente un estado vegetativo, Scott Routley, consiguió comunicarse con su esposa a través de una máquina de resonancia magnética. El paciente permaneció más de diez años sin comunicarse con nadie.
Hay dos métodos que permiten la lectura de pensamientos, la primera se refiere a la instalación de sensores en la región exterior de la cabeza de las personas, o de la instalación de un chip en la región interior de la cabeza, más precisamente, en la corteza cerebral. La instalación de los chips en la región interna del cráneo permite a los científicos obtener mejores resultados.
Estos experimentos se realizaron en los primates, de la Universidad de Duke, con un equipo de investigadores dirigido por un científico brasileño. Sin embargo, uno de los primeros seres humanos en tener un chip implantado en su cabeza era Kevin Warwick, catedrático de cibernética en la Universidad de Reading en el Reino Unido.
Por el momento, la teclepatia es posible mediante el envío de señales desde el sistema nervioso de una persona para el sistema nervioso de otra persona; el siguiente paso es llevar a cabo una transmisión entre el cerebros, inicialmente, de manera telegráfica y rudimentaria.
