Ruin con ruin, que asi se casan en Dueñas.
Que cada cual -dice ironicamente- debe casar con su igual. Aunque, segun Covarrubias, hase de entender al reves de lo que suena el proverbio, por cuanto el origen de este no es otro que en aquella villa palentina vino a casarse, en segundas nupcias, el rey Fernando con Germana de Foix.