El SPM, también conocido como síndrome premenstrual, es un conjunto de síntomas incómodos que afecta a gran parte de las mujeres en el momento de la fase lútea tardía, permaneciendo hasta el comienzo de la menstruación.
Entendiendo el SPM
No todas las mujeres sienten los síntomas y los efectos del síndrome premenstrual, de la misma manera, porque algunas pueden exhibir síntomas insignificantes, mientras que en otras, los efectos son más severos. Estos problemas pueden interferir con las actividades cotidianas de la mujer. Los síntomas más típicos de esta época son: nerviosismo, irritación sin razones significativas, depresión y sensibilidad. Estos síntomas pueden manifestarse aisladamente o en conjunto. En cuanto a los síntomas físicos se incluyen: dolor de cabeza, retención de líquidos, sensibilidad en los senos y dolor muscular, entre otros.
Como hemos visto, esta situación que afecta a muchas funciones de las mujeres presenta cambios tanto físicos como psicológicos; sin embargo, no indica una enfermedad orgánica, sino síntomas que se presentan durante el periodo del ciclo menstrual.
El SPM a menudo puede ser amenizado a través de cuidados básicos y simples como, por ejemplo, reducción alimentaria, disminución de la ingestión de cafeína, disminución del consumo de sal y la realización de actividades físicas.
En esta etapa, se debe dar preferencia al consumo de determinados alimentos como, por ejemplo, fresas, alcachofas, perejil, espárragos, berros, patatas, plátano, melocotón, tomate, etcétera. Algunos de estos alimentos –por ejemplo, fresa y sandía– actúan como diuréticos naturales en el cuerpo y otros –por ejemplo, plátano– tienen un alto valor en potasio.
No obstante, existen casos donde un simple cambio de dieta y actividad física no ayudan a reducir los síntomas en algunas mujeres. En estos casos, lo indicado es acudir a un doctor (médico general o ginecólogo).