La necesidad de localizar y orientarse en el área geográfica es de gran relevancia para los seres humanos y sus actividades en diferentes períodos de la humanidad. Todos los medios de orientación, desde la utilización de astros y estrellas hasta el GPS (Global Positioning System), contribuyen a la navegación para diversas aplicaciones como la búsqueda de nuevos territorios, localización de rutas de comercio, guerras y muchas otras aplicaciones.
Hay varias formas de orientación y una de ellas son los puntos cardinales. Corresponde a los puntos cardinales poder determinar las direcciones básicas. Los puntos cardinales han sido diseñados tomando como referencia la posición del Sol durante el día. Los cuatro puntos son: Norte (símbolo N), también llamado septentrional o boreal, Sur (S), también llamado meridional o austral, Oeste (O/W), también conocido como occidente, y Este (E), llamado igualmente de oriente.
Para establecer una localización más precisa son usados los puntos que se encuentran en medio de los puntos cardinales. Estos puntos son llamados puntos colaterales y son: Sudeste (entre el sur y el este – SE), Nordeste (entre el norte y el este – NE), Noroeste (entre el norte y oeste – NO) y Suroeste (entre el sur y el oeste – SO).
Hay maneras más precisas de orientación elaborada a partir de los puntos cardinales y los colaterales. En este caso, se refiere a los puntos subcolaterales que están en el intervalo de un punto cardinal y un colateral y totalizan ocho puntos. Ellos son: norte-nordeste (NNE), norte-noroeste (NNO), este-noreste (ENE), este-sureste (ESE), sur-sureste (SSE), sur-suroeste (SSO), oeste-suroeste (OSO) y oeste-noroeste (ONO).
Para insertar todos los puntos planteados fue creada la rosa de los vientos, también conocida como rosa náutica.