Desde 1928, después de que el ingeniero de General Electric, Ernst F. W. Alexanderson, inventase la primera televisión, mucha tecnología fue desarrollada. Comenzando con el tamaño, antes apenas con 5 pulgadas y hoy con opciones que superan las 100 pulgadas, además de los diversos tipos de materiales, con mayor durabilidad y reciclables. El desarrollo de la nanotecnología y otros sistemas hicieron de la televisión un producto de entretenimiento general.
Después de la tecnología de plasma, LCD, LED y HDTV se puso en marcha el modelo de TV 3D que remite a la profundidad tridimensional. Y, ¿cómo funciona este tipo de tecnología denominada 3D? La principal característica está directamente ligada al modo en que nos centramos en las imagenes en la pantalla. Para que eso ocurra, nuestros ojos absorben la luz reflejada en los objetos y el cerebro hace la lectura de luminosidad emitida para que en la secuencia elabore la imagen representativa en nuestra mente. Cada ojo recibe la misma imagen, pero con puntos de observación diferentes, lo que informa al cerebro la falsa percepción de que la imagen posee profundidad, al agrupar las dos imagenes y hacerla 3D. La llamada realidad en tres dimensiones es una creación de la mente, por medio del fenómeno ya explicado, denominado estereoscopia (cuando dos imagenes iguales son colocadas en posiciones diferentes).
Para que la imagen sea reproducida y retenida por el cerebro como en tres dimensiones, es necesario captar estas dos imagenes simultáneamente con la ayuda de software técnico, reduciendo la frecuencia de la imagen para componer de manera realista la escena. Esta cámara, denominada estereoscópica, hace la misma función del ojo, pues utiliza dos lentes con ángulos diferentes y simula el enfoque, la entrada de luz y el encuadre.
Pero ¿cómo componer la imagen en 3D? Hay cinco tipos de composición de estas imagenes, el primero es el tradicional, Anaglífico, cuyas imagenes se leen en varias capas de colores opuestos. El segundo se denomina True 3D, que comprende también dos imagenes simultáneas y utiliza la tecnología de la lente de las gafas para crear el efecto tridimensional. El tercero el Alternate-frame sequencing, frecuentemente utilizado para videojuegos computadorizados, cuyas lentes se abren y cierran sucesivamente. La cuarta utiliza la Autoestereoscopia, la cual visualiza imagenes de tres dimensiones en la pantalla de cristal líquido y dispensa el uso de gafas. Es importante resaltar que este tipo de tecnología todavía no es utilizada en los televisores actuales, sin embargo, se especula que su desarrollo será exclusivo para medios publicitarios. Por fin, la quinta es la denominada ChromaDepht, que utiliza gafas con los llamados micro-prismas alterando la percepción de cada ojo al recibir los colores.
Y para que toda esa tecnología sea plenamente visible es necesario usar las gafas 3D, las cuales pueden ser de dos tipos: los activos, que poseen lentes de LCD sensibles a la luz que moldean la imagen y las gafas polarizadas que son comúnmente las utilizadas en las salas de cine 3D.