Walter Benjamin, filósofo, crítico literario, crítico social, traductor, locutor de radio y ensayista alemán, nacido el 15 de julio de 1892, en la ciudad de Berlín. En 1912 comenzó sus estudios de filosofía en la Universidad de Albert Ludwig, en Freiburg y más tarde continuó sus estudios en las universidades de Munich, Berlín y Berna.
Benjamin, no tuvo éxito en su objetivo de convertirse en profesor de la Universidad. Su tesis de doctorado, basada en los orígenes de la tragedia alemana, fue rechazada por la Universidad de Frankfurt e irónicamente se convertiría más adelante en un clásico de la literatura del siglo XX.
Benjamin era autor y traductor en régimen autónomo en Berlín, donde también participó en la investigación sobre drogas psiquiátricas.
Desde 1914 a 1915, Benjamin compone el ensayo Two Poems by Friedrich Hölderlin y más tarde conoce a Rainer Maria Rilke en persona, hecho de profunda influencia, puesadmiraba mucho a este célebre escritor.
En 1919, con el apoyo y la supervisión de Richard Herbertz en Berna, Benjamin concluyó su doctorado con la tesis The Concept of Criticism in German Romanticism.
Visto como un crítico audaz, fue obligado a exiliarse por los nazis en marzo de 1933. Emigrando a Francia, se convirtió en miembro del Instituto de Investigación Social (lugar donde trabajaría para Max Horkheimer, Theodor W. Adorno, Herbert Marcuse, Otto Kirchheimer, Friedrich Pollack, entre otros). Por esa época comienza a trabajar en la Crónica de Berlín.
Algunas de sus publicaciones más importantes incluyen: Goethe’s Elective Affinities, The Origin of German Trauerspiel, One-way Street e Berlin Childhood.
En 1936, bajo el seudónimo de Detlef Holz, Benjamin publica una colección de cartas, que se hizo famosas, Deutsche Menschen.
En 1940 trabaja en la obra Theses on the Philosophy of History.
Más tarde, Benjamin trató de juntarse al Instituto cuando este cambió las instalaciones de Paris para Nueva York. Con la ayuda de Max Horkheimer, Benjamin, recibe un visado para Estados Unidos y abandona Paris en junio camino a Londres. En un intento fallido de escapar de la Gestapo, al sobrevolar los Pirineos, Benjamin termina suicidándose con una dosis letal de morfina, el 27 de septiembre de 1940, en la ciudad fronteriza de Port Bou.
Walter Benjamin es reconocido como uno de los pensadores más originales e influyentes del siglo XX. En Inglaterra y los Estados Unidos, en particular, ha adquirido un estatus único que ningún otro filósofo alemán logró tener. Muchas generaciones que le siguieron encontraron su propio camino a través de las interminables pero fructíferas ambigüedades de su obra. Benjamín era un filósofo influido por el idealismo, por el socialismo, así como por el sionismo, pero que reunió muchas ideas complementarias, innovadoras y entusiastas.
Como miembro del Instituto, Benjamin, ha producido un pequeño complemento y corrigió partes de la teoría marxistas. Esta adición perceptiva trajo una excepcional contribución a las ideas marxistas. Con el conjunto de todas sus obras, Benjamin demostró una total adhesión a la idea del movimiento de la historia a través de las proezas probadas por Marx; de la noción de deseo humano como el factor clave en la evolución de la humanidad; la idea de alienación; del proletariado como la clase social con capacidad para cambiar a la especie humana (a través de la revolución); de la presente era del capitalismo, la nueva era con el comunismo.
Benjamin desafió al marxismo ortodoxo con la noción de que la participación individual de la burguesía puede familiarizarla de su papel en la presente ‘desintegración’ del ser humano por la estructuración de su método y por cuestionar la determinación del marxismo. El método de Benjamin es la combinación de un artificioso uso de las herramientas literarias junto con la observación empírica y la experiencia trascendente.
Benjamin ve al proletariado de una forma idealizada, en que este es el medio de salvación de la humanidad del peligro que representa.
Lo trascendente que Benjamin habla es el discurso de la ilusión burguesa. En la crónica de Berlín, el deseo de la burguesía es igual a las memorias de un niño: continua, inocentemente perpetuándose a sí mismo. Este elemento trascendente también está presente en el surrealismo como siendo iluminación profana. Esta iluminación es tanto el recelo burgués de su participación en el capitalismo como el recelo de una necesidad de cambio. Benjamin coloca el éxtasis de las drogas y la religión como medios posibles de iniciar esta iluminación. Finalmente, el trascendente es introducido por los medios, por la propia parte, publicidad y por la literatura.
La compilación de las obras de Benjamin representa un esfuerzo consciente para tratar de demostrar que el marxismo puede ser objeto de críticas, pero al mismo tiempo también puede ser el motor de la historia.
En conclusión, la solución de Benjamín no está muy clara, demostrando, como Marx, que esta era que atravesamos tendrá un final violento, pero no tiene la certeza de si este fin surgirá a manos de la revolución del proletariado o de una destrucción de la burguesía.