Vulcano (Hefesto en la mitología griega) era el dios romano del fuego, hijo de Júpiter y Juno o incluso, según algunos mitólogos, solamente de Juno con la ayuda del viento.
Fue lanzado al mar debido a la vergüenza de su madre por su disformidad, sin embargo, fue recogido por Tetis y Eurínome, hijas de Océano. En otras versiones, su fealdad era tal que recién nacido Júpiter habría lanzado su cuerpo desde el Monte Olimpo. Este hecho sería la causa de su cojera.
Su figura fue representada como la de un herrero. Él fue quien forjó rayos, atributo de Júpiter. Este Dios, el más feo de todos ellos, era el esposo de Venus (la Afrodita griega), la diosa de la belleza y el amor, que, por cierto, era tremendamente infiel.
Sin embargo, Vulcano también forjó armas especiales a Eneas, hijo de la diosa Venus y del príncipe Anquises, y a Aquiles, amigo de Patroclo, que a su vez perdió para Héctor.
Y también en algún momento, Vulcano preparó una red de armadillas a la cama donde Venus y Marte mantenían una relación adúltera. De este modo el dios herrero consiguió probar la infidelidad de su esposa, que sin embargo fue indultada por Júpiter.