¿Los videojuegos pueden matar? ¿Es responsable la violencia juvenil de hoy día por la excesiva cantidad de juegos violentos? No se ha determinado aún si los videojuegos violentos lleven a los niños a un comportamiento sanguinario, pero un nuevo estudio encontró que los juegos de disparos (el género shooter) no crean niños asesinos.
Karen Sternheimer, socióloga de la Universidad del Sur de California que investiga este tema desde 1999, dijo que culpar a los videojuegos de la violencia juvenil es algo muy relevante pero también se deben incluir otros factores esenciales que pueden evidenciar o exaltar el comportamiento violento de un menor de edad.
“Una sinfonía de eventos controla la violencia”, dijo Sternheimer, que comenzó su investigación después de que algunos expertos culparan al juego Doom como responsable del ataque a tiros contra la escuela secundaria Columbine en Colorado, en el que dos estudiantes mataron a trece personas y luego ellos mismos, en el mismo lugar, terminaron con sus vidas. Las razones de estas acusaciones se deben a que estos jóvenes eran adictos a los videojuegos violentos.
El artículo Sternheimer fue publicado por la revista Context de la Asociación Americana de Sociología, en el momento en que la Unión Europea pensaba sobre la prohibición de ciertos juegos violentos y fortalecer las sanciones impuestas por sus países miembros vendiendo esos productos a personas de edad diferente a la calificación del videojuego.
La investigación de Sternheimer, que incluyen el análisis de cobertura de los periódicos y las estadísticas del FBI en relación con la delincuencia juvenil, refleja que diez años después del lanzamiento de Doom – y otros muchos títulos violentos-, la tasa de encarcelamiento de menores por homicidios se redujo en un 77 por ciento en los Estados Unidos.
“Si queremos entender por qué los jóvenes son homicidas, hay que observar más allá de los juegos que practican o terminaremos perdiendo parte de las piezas de este rompecabezas”, dijo, citando la violencia en la familia y la comunidad, la alienación causada por vivir en los suburbios y la participación de los padres en la educación de sus hijos, entre otros posibles factores.
Sternheimer dijo que culpar a los videojuegos exonera al entorno en el que se creó el niño y también elimina la culpabilidad de los delincuentes. “El problema es complejo y merece más que una solución simple”, dijo.