La vegetación es un tipo de vida vegetal fijada al suelo, que puede variar según la región y sus peculiaridades, como el clima, la iluminación, la topografía, el suelo, entre otros factores. También se puede definir como un conjunto de plantas de una región; es el elemento del paisaje que más se destaca.
En las zonas cercanas a la Línea del Ecuador la diversidad vegetal es mayor debido a la intensa luz solar que llega a esta parte del planeta y por presentar altas temperaturas y humedad, cruciales para la proliferación de numerosas especies de plantas, dado que desarrolla una gran descomposición de los restos vegetales que fertilizan de modo natural los suelos. Por otra parte, conforme que se distancia de la Línea del Ecuador, la variedad de vida vegetal disminuye.
Las características vegetativas principales son: bosques tropicales (cerrado, mata atlántica y sabana), bosques ecuatoriales, bosques templados (coníferas y de hoja caduca), estepa, tundra y praderas.
Todos los tipos de vegetación identificados se originan de la interdependencia de los factores naturales, tales como luz, calor, humedad, suelo e hidrografía. Así, según la combinación de estos elementos, la vegetación muestra una configuración específica. Asimismo, la planta también difiere de acuerdo a la cantidad de agua necesaria para la supervivencia, por lo que se clasifican en: higrófilas (plantas adaptadas a ambientes muy húmedos), hidrófilas (plantas que viven específicamente en los ambientes acuáticos), y xerófilas (plantas capaces de sobrevivir en entornos con humedad limitada, es decir, adaptadas a la escasez de agua).
