Se denomina ósmosis al movimiento de difusión de las moléculas de agua en el medio hipotónico (↑ solvente, ↓ soluto, presión osmótica ↓) al medio hipertónico (↓soluto, presión osmótica ↑), a través de una membrana semipermeable. Este movimiento tiende a la concentración de equilibrio entre los medios de comunicación, haciéndolos isotónicos.
Por lo tanto, la concentración de la solución (mezcla de soluto y solvente) determina la dirección del flujo osmótico, como la presión que equilibra la entrada o salida de agua entre los dos medios, tendiendo a la homogeneidad.
En las células animales, un glóbulo rojo, por ejemplo, inmerso en solución hipertónica en comparación a la concentración del citoplasma, perderá agua por osmosis y se deformará, siendo nombrado en este estado de hematíe (glóbulo rojo) crenado.
Si se coloca en una solución hipertónica, tendrán su volumen aumentado debido a la absorción de agua. A medida que aumenta la presión osmótica dentro de la célula, presiona la membrana plasmática, que tiene un límite de elasticidad. Si se supera este límite, la se romperá causando plasmólisis de la célula. En los hematíes, esta situación se denomina hemólisis.
Es importante recordar que la permeabilidad selectiva de la membrana plasmática, ayuda en la regulación de la concentración interna de la célula. Por lo tanto el control de sustancias: los iones y moléculas en desplazamiento de un medio a otro, no se produce al azar. Normalmente la selectividad de la membrana garantiza protección al metabolismo de la célula.