Todos los días vemos el día claro, brillante. Esto es gracias a la luz emitida por el Sol, que, por cierto, es la estrella más grande en el sistema solar. Etimológicamente, la palabra Sol viene de la palabra solis, en latín. En nuestros estudios, aprendemos que todos los otros cuerpos que forman parte del Sistema Solar (como por ejemplo, la Tierra, los asteroides, los cometas…) están orbitando el Sol.
El Sol está compuesto principalmente por los elementos de hidrógeno y helio, pero también tiene otros elementos tales como hierro, níquel, oxígeno, silicio, etc.
Su energía se crea en la zona profunda del núcleo, con temperatura y presión muy elevadas y allí ocurren las reacciones nucleares. Estudios realizados por los científicos descubrieron que 700 millones de toneladas del elemento hidrógeno son transformados en cenizas del elemento helio, exactamente cada segundo.
En una parte del Sol, llamada Zona de Radiación, la energía producida es transferida para otra zona por el mismo proceso de propagación de la luz, es decir, por el proceso de irradiación. Con eso, esa energía no depende de ningún medio para propagarse.
Ya otra capa del Sol es llamada de Zona de Convección, que es donde la energía producida tiene comportamiento similar a la convección térmica.
La capa del Sol que está teniendo contacto con la zona de radiación se calentará pero, con eso, su densidad disminuirá, haciendo que esa capa suba para la superficie y la capa que está en la superficie descienda, entrando nuevamente con la zona de radiación. De esa forma, podemos decir que es el mismo proceso que sucede cuando calentamos agua en un recipiente.
Estructura interna del Sol
Fotosfera – es la parte del Sol compuesta por numerosas estructuras hexagonales, bien pequeñas, que también pueden ser llamadas de gránulos. Esa estructura se asemeja a un líquido en ebullición.
Podemos percibir, como muestra la figura a continuación, que las partes más oscuras equivalen a las manchas solares.
Cromosfera – no es visible, porque la radiación emitida es más débil que la radiación de la fotosfera. Puede ser observada en la ocurrencia de eclipses, cuando la Luna esconde el disco de la fotosfera.
Corona – es la capa más externa del Sol, donde aparecen las prominencias, es decir, inmensas nubes de gas brillante que salen de la cromosfera superior. La corona está formada por partículas que se alejan poco a poco desde el Sol pudiendo ser vista solamente con un eclipse total del Sol.