El Siglo de las Luces alude a las tendencias del pensamiento y de la literatura en Europa y en toda América durante el siglo XVIII, antecediendo a la Revolución Francesa. Fueron empleados por los propios escritores del periodo, convencidos de que emergían de siglos de oscurantismo e ignorancia para una nueva era, iluminada por la razón, la ciencia y el respeto a la humanidad.
Los nuevos descubrimientos de la ciencia, la teoría de la gravitación universal de Isaac Newton y el espíritu de relativismo cultural fomentado por la exploración del mundo todavía no conocido fueron también importantes para la eclosión de la Ilustración.
Entre los precursores del siglo XVII, destacan grandes racionalistas, como René Descartes y Baruch Spinoza y filósofos políticos como Thomas Hobbes y John Locke. En el momento, es igualmente sorprendente la fe en el poder de la razón humana. Llegó a declararse que, mediante el uso juicioso de la razón, sería posible un progreso sin límites. Pero más que un conjunto de ideas establecidas, la Ilustración representaba una actitud, una forma de pensar. Según Kant, el lema debería ser ‘atreverse a conocer’. Surge el deseo de reexaminar y poner en cuestión las ideas y los valores recibidos, con enfoques bien diferentes, de ahí las incoherencias y contradicciones entre los textos de sus pensadores. La doctrina de la Iglesia fue duramente atacada, aunque la mayoría de los pensadores no renunciasen totalmente a ella.
Francia puso de relieve el desarrollo de tales ideas y, entre sus pensadores más importantes se incluyen Voltaire, Montesquieu, Diderot y Jean-Jacques Rousseau. Otros exponentes del movimiento eran Kant en Alemania, David Hume en Escocia, Cesare Beccaria en Italia y Benjamin Franklin y Thomas Jefferson en las colonias británicas. La experiencia científica y los escritos filosóficos se pusieron de moda en los círculos aristocráticos, apareciendo así el llamado despotismo ilustrado. Entre sus representantes más conocidos se dan los reyes Federico II de Prusia, Catalina II la Grande de Rusia, José II de Austria y Carlos III de España. El Siglo de las Luces o de la Ilustración, terminó con la Revolución Francesa de 1789, que incorpora muchas ideas de la Ilustración en su fase más violenta, desacreditándolas a los ojos de la mayoría de los europeos contemporáneos. La Ilustración marcó un momento decisivo para el declive de la Iglesia y el crecimiento del secularismo actual, así como sirvió de modelo para el liberalismo político y económico y para la reforma humanista del mundo occidental en el siglo XIX.