Las ciudades medianas tienen un considerable mercado consumidor; están en crecimiento; poseen relativa calidad de vida; todavía están libres de inmensos congestionamientos; poseen bienes inmuebles para construcción; la mano de obra en diversos casos es de elevada cualificación; algunas ya demuestran autosuficiencia en cuanto a salud, educación, empleo, servicios, entre otros.