Según Platón, los comerciantes no podían gobernar debido a una posible generación de lujo y ociosidad y amor exagerado a las novedades. En la República, Platón, a través de Sócrates viene a decir que el filósofo debe gobernar, ser rey, porque éste se encuentra mejor preparado para ejercer la razón, actuar con justicia y buscar el bien de forma más apropiada.