El pulgar oponible es una característica de casi todos los primates, siendo heredado de nuestros antepasados que vivían en árboles. Con este dedo oponible a los demás, ellos podían sostenerse mejor en las ramas.
Con el proceso evolutivo, esa peculiaridad ayudó a nuestros antepasados a producir y manosear herramientas, tirar, empujar y tener más destreza manual.