Durante mucho tiempo, los historiadores y otros interesados en el universo del Renacimiento tuvieron una gran preocupación para conmemorar este episodio como un movimiento para romper con los viejos valores de la Edad Media. Bajo este aspecto, el Renacimiento se coloca como un periodo de grandes hombres que tomaron la tradición greco-romana cultural, que había sido ocultado por el dogmatismo y la supremacía intelectual de la Iglesia durante la Edad Media.
Por un lado, no podemos negar que el Renacimiento había sido profundamente influenciado por las ideas y el conocimiento del mundo clásico. La noción de la belleza, la preocupación por los temas humanos y la explotación del racionalismo son prueba del diálogo recurrente entre el Renacimiento y la antigüedad. Además, no podemos olvidar que la Iglesia misma había sido criticada y trató de rebatir a varias personalidades de la época formadas por filósofos, científicos y artistas.
Es importante comprender que en esta ruptura entre dos épocas, el Renacimiento no surgió de un repentino deseo de negar que todo lo que hubiera sido construido por la Edad Media. De hecho, podemos ver que las críticas hacia la conocida como edad oscura fue de suma importancia para el movimiento renacentista era posible.
En primer lugar, hay que destacar que el conocimiento conservado en gran medida fue de naturaleza clásica por la acción de los monjes copistas que traducían y reproducían el conocimiento de los griegos y romanos. En el siglo VIII, muchos eruditos cristianos se sintieron atraídos por la intensa actividad artística e intelectual desarrollada en la corte del rey Carlomagno. Durante este período, conocido como el renacimiento carolingio, los valores y el conocimiento de diversas culturas circularon por todo el continente europeo.
Ya en los siglos XI y XII, se observó que la Península Ibérica fue tomada por la expansión territorial de los árabes musulmanes. Contrariamente a lo que muchos podrían imaginar, este contexto fue muy importante para los intelectuales árabes que se centraron en traducir y difundir las grandes obras clásicas en su idioma. Incluso el movimiento cruzado terminó siendo de gran importancia para que el intercambio de conocimientos entre árabes y cristianos se intensificase.
Así, podemos ver que la forma de ver el mundo por el Renacimiento expresa claramente la idea de formular una convivencia entre los valores medievales y modernos. Por un lado estuvieron marcados por una serie de foco en el detalle de las formas humanas, muchos de ellas también incluían un tema religioso. Observando el propio Don Quijote de Cervantes, observamos que el distanciamiento de la literatura medieval no volvería ese legendario personaje como posible.
Al plantear estas cuestiones, no hacemos ningún tipo de justicia a favor de la Edad Media. Lo importante aquí es poner de relieve varias figuras importantes del Renacimiento que fueron influenciados por los temas desarrollados en la Edad Media y en algunos casos, sólo se podría alcanzar la categoría de Renacimiento, debido a los cambios y las opciones de desarrollo en ese momento antes. Más que una ruptura, debemos observar el Renacimiento como un proceso en la historia.
