Reloj de sol corresponde a un método o procedimiento utilizado para medir la sucesión de horas o del tiempo general por medio de la visualización del modo en que la luz solar incide en la tierra en diferentes posiciones y es justamente esa variación la que nos permite conocer las horas.
El reloj de sol puede ser, por ejemplo, un reloj de jardín, formado por un mostrador que es elaborado en una superficie lisa en la cual se señalan diferentes horas, de esta manera, la sombra proyectada en el mostrador funciona como un reloj tradicional. Así, la luz del Sol al variar resulta en el cambio de las horas. Hay relojes de sol con un funcionamiento más complejo ya que poseen indicadores basados en inclinaciones angulares.
La necesidad de conocer el tiempo es algo específicamente social, ya que los animales y las plantas no requieren de dicha información. La evidencia más temprana de la división del día viene de un reloj de sol de Egipto, con fecha de 1500 a.C.
Los seres humanos han utilizado el reloj para medir el tiempo y así facilitar la programación de citas y actividades, así como encuentros entre las personas, tales como reuniones, fiestas y otros, por lo que el hombre con su capacidad intelectual fue capaz de dominar esta característica, incluso en tiempos lejanos. A pesar de ser una tecnología antigua, el reloj de sol todavía se utiliza hoy en las playas y zonas abiertas.
