La interacción que ofrece Internet es sin duda importante para la relación social, sin embargo, esta relación, a veces puede superar los límites de lo comúnmente aceptado. En el ejemplo de una relación de salas de chat, mucha gente busca esta función para conocer gente nueva que puede ser parte de un grupo de amigos o incluso una relación amorosa.
Pero lo que acontece es que estas salas no le dan ningún medio de protección, sino que las llega a exponer más. Nunca sabes quién te está hablando en el otro lado, puede ser una persona de buen carácter, o una persona con algún tipo de desorden.
Entre los consejos comunes sobre un uso responsable de Internet y las medidas a tomar en las relaciones virtuales, se suelen mencionar: 1) no ofrecer información ni datos personales que faciliten una búsqueda real de la otra persona; 2) si se marca una cita real, establecer un lugar público con un buen flujo de personas; 3) examina la expresión del amigo virtual a lo largo del tiempo antes de avanzar en la relación virtual.
Se deben tomar todas las precauciones posibles para asegurarse de que no se convierta en una pesadilla o que degenere en una especie de acoso virtual tras una ruptura precipitada. En el mundo virtual se puede hacer lo que queremos hacer, pero debemos crear las limitaciones, porque puede haber demasiada información para acceder a una parcela personal propia del individuo de una manera desorganizada.
