Quien ha buen vecino, ha buen maitino.
Asi lo recogen a la par Valles y Santillana, para encarecer la importancia de una buena vecindad. Tambien Temistocles, el vencedor de Salamina, lo entendia asi, y cuando en cierta ocasion hubo de poner en venta determinada propiedad, encargo al pregonero que resaltase mucho esa circunstancia.