Maldiciones de putas viejas, no comprenden mi…

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    Maldiciones de putas viejas, no comprenden mis orejas.
    Aconseja despreciar, por vanos, los vituperios y maldiciones de la gente ruin. No lo entendia asi el rey FernandoIII el Santo, quien, por el contrario, solia decir: Mas temo a la maldicion de las viejas de mis reinos que a todos los moros de aquende y allende la mar..