Dios, que da la llaga, da la medicina.
En analogia con el designio divino, que a menudo envia el mal y despues lo enmienda, dice que el remedio a los sufrimientos comunes generalmente se esconde en la misma persona que los causa.
Dios, que da la llaga, da la medicina.
En analogia con el designio divino, que a menudo envia el mal y despues lo enmienda, dice que el remedio a los sufrimientos comunes generalmente se esconde en la misma persona que los causa.