Cuando yunque, sufre; cuando mazo, tunde.
Aconseja este refran acomodarse a las circunstancias, es decir, a encajar sufridamente los golpes de la adversidad y a devolverlos, cuando se pueda, con la misma energia.
Cuando yunque, sufre; cuando mazo, tunde.
Aconseja este refran acomodarse a las circunstancias, es decir, a encajar sufridamente los golpes de la adversidad y a devolverlos, cuando se pueda, con la misma energia.