Aunque me cortaron las faldas largas, me quedaron las mangas.
Asi cuentan que dijo, no sin pavoneo, cierto opulento caballero, al saberse despojado de buena parte de su hacienda. Mas o menos, como Fernando VII cuando le comunicaron que la insurreccion de Ultramar amenazaba el dominio español sobre aquellos territorios: Yo no me he de morir de hambre. El refran, pues, no es sino expresion de jactancia.