Recursos naturales estratégicos son elementos vitales de la naturaleza a la sociedad y en el mundo, por lo tanto mundialmente disputados, especialmente el agua y el petróleo.
Existen, en la actualidad, una serie de recursos naturales estratégicos para el funcionamiento de las sociedades, por lo que la posesión o su dominio pueden representar una serie de ventajas económicas y hasta geopolíticas. Muchas guerras a lo largo de la historia intentaron disputar territorios para que pudieran tener el dominio de los recursos disponibles en ellas.
La importancia de un recurso natural dado puede variar con el tiempo debido a que los cambios tecnológicos alteran en mayor o menor grado la necesidad de consumir un determinado producto. Actualmente, sin embargo, dos recursos naturales prevalecen sobre el otro en términos de relevancia política y estrategia: el agua y el petróleo.
El agua es un recurso estratégico natural, por razones obvias: es la principal sustancia que proporciona el origen y mantenimiento de la vida. Además, su relevancia sólo aumenta con el tiempo, principalmente debido a la escasez de agua potable – idónea para consumo propio – en algunas regiones del planeta.
Agua disponible en el mundo
Podemos ver en la lectura del gráfico que hay zonas donde la escasez de agua es notoria, lo que ocurre no solamente por la ausencia de esos recursos sino por su uso acentuado e indebido, así como la contaminación de los principales cursos de agua que hacen del agua un recurso inutilizable.
No son pocos los expertos que apuntan al agua como el principal motivo de disputa de las próximas guerras a lo largo del siglo XXI. E incluso algunos países como España no están libres de la escasez de agua, pues aunque el territorio presenta grandes reservas de agua, ellas son mal distribuidas, habiendo regiones donde ocurren sequías periódicas y acciones sin planificación comprometen la disponibilidad del recurso de manera purificada – por ejemplo, en zonas costeras.
Además de agua, el petróleo también se considera vital para el mundo de hoy. Su importancia se da desde la Segunda Revolución Industrial, cuando comenzó a ser utilizado como materia prima para combustibles, lubricantes, disolventes y también plásticos, uno de los materiales más utilizados en la actualidad.
Así que con el crecimiento de la actividad industrial en todo el mundo, con el consiguiente aumento en el consumo de materias primas, el petróleo es cada vez más indispensable para el funcionamiento de la sociedad. La Guerra del Golfo en 1991 fue emblemática en este sentido, después de todo, los Estados Unidos e Irak se enfrentaron a causa de la disputa sobre las reservas de petróleo de un pequeño país de Oriente Medio, Kuwait.
A propósito de este evento histórico, los Estados Unidos es el mayor consumidor mundial del recurso y, a pesar de tener muchas reservas y alta productividad, necesita importar petróleo en grandes cantidades, por lo que el control sobre su precio es algo muy necesario para sus intereses. Son varios los productores y consumidores de este preciado bien.
Podemos notar que algunos de los productores más grandes no son grandes consumidores, lo que significa que la mayor parte de su producción de petróleo se exporta. También es necesario hacer hincapié en el papel creciente de las economías emergentes en este contexto, como Brasil, Rusia, China e India.
Teniendo en cuenta estas notas, podemos ver el carácter estratégico de agua y petróleo en el contexto internacional. España, por suerte, tiene dos características en una buena cantidad, aunque esto no quiere decir que debamos utilizarlos indiscriminadamente. En cuanto al petróleo, es necesario adoptar fuentes alternativas de combustible y energía. En relación con el agua, tenemos que reducir el consumo y combatir la contaminación o la degradación de los ríos y otras reservas hídricas.