Cuando hablamos sobre química, pronto nos viene a la mente los laboratorios, cristalerías (como las mostradas encima) y análisis químicos. En realidad, esta idea está fundamentada en uno de los ramos de esta ciencia, la química analítica.
El profesional destinado a análisis en laboratorio es denominado de químico analítico. La analítica a su vez se subdivide en dos, la cualitativa y la cuantitativa. La primera de ellas es destinada a análisis de las sustancias que se hacen presentes en una mezcla, y la última determina la cantidad específica de cada sustancia en medio al proceso.
Química orgánica: es el área de química más grande y más sistemática, es también conocida como química del carbono. Este título es parte del objeto de estudio de esta ciencia: los compuestos derivan del elemento carbono (C). Se estima que se conocen unos 12 millones químicos compuestos, entre ellos, el 90% son orgánicos, razón por la cual se explica la gran amplitud de la química orgánica.
Química inorgánica: el químico inorgánico actúa en el estudio de sustancias inorgánicas como minerales, sales, silicatos, entre otros. La química inorgánica cubre un amplio campo, con la excepción de los compuestos derivados del carbono.
Físico-química: esta área química está reservada para el estudio de las reacciones químicas, trata los mecanismos y las explicaciones para la ocurrencia de fenómenos físicos y químicos relacionados con los elementos. En este contexto, se ocupa de las propiedades y comportamientos de sustancias en los procesos.
