Bill Gates es, sin duda, uno de los hombres más famosos del mundo, no sólo por su gran riqueza –acumula más de 58 millones de dólares– sino también por ser responsable de la creación del sistema operativo Windows. El padre del sistema operativo Windows siempre ha sido acusado de ser un capitalista sin escrúpulos, un ladrón de ideas y un oportunista. Sin embargo, es innegable que su participación en la historia de la informática ha sido impresionante.
Después de una larga trayectoria como hombre de negocios, en casi cuarenta años al frente de una de las empresas más reconocidas en el mundo, el multimillonario decidió cambiar de rumbo profesional. Pocas personas conocen realmente cómo fue la trayectoria del genio de la informática. Ahora mostraremos de forma resumidas, cómo un chico procedente de una familia adinerada consiguió volverse todavía más rico y respetado por diversos sectores por diferentes motivos.
Cómo empezó todo
Bill Gates, también conocido como William Henry Gates III nació en Seattle, Estado de Washington, En Estados Unidos, el 28 de octubre de 1955. Desde su nacimiento, Gates siempre podía contar con las posesiones de su padre, William Henry Gates, un exitoso abogado, y su madre, profesora de la Universidad de Washington. Como el dinero nunca fue un problema en la familia Gates, Bill y sus hermanas tuvieron la fortuna de ingresar en las mejores escuelas del país, como la escuela Lakeside y la Universidad de Harvard.
Su primer contacto con las computadoras fue en el desempeño de sus estudios primarios en la Escuela de Lakeside, en 1968. Junto con Paul Allen, Bill comienza el desarrollo de programas para las grandes corporaciones y, en 1975, los dos amigos se mueven a Albuquerque – Nuevo México. Al servicio de la compañía MITS, comienzan a producir programas para ser utilizados por el primer microordenador, el Altair BASIC.
Nace la gigante de la informática
En 1976, Gates y Allen fundaron su propia compañía: la histórica Microsoft. En esta nueva compañía, los dos amigos comienzan a producir software con el propósito de tener un coste de compra más bajo para las empresas que fabrican sus propias aplicaciones. Con negocio en auge y con aproximadamente 16 empleados en 1979, Gates decide mover la sede de la empresa a Seattle.
En el año siguiente, debido al éxito de Microsoft, Gates y Allen consiguen un contrato con IBM, que desea adoptar un sistema operativo. Luego viene el MS-DOS, que desde 1981 se incluyó en todos los PC de IBM.
El niño prodigio
Durante dos años, Gates siguió retocando el sistema operativo y, en 1983, puso en marcha el reemplazo: la primera versión de Windows. La gran novedad de este sistema que conquistó la preferencia del 90% de los usuarios de ordenadores se debe a la interfaz gráfica y el uso del ratón. Sin embargo, el uso del ratón y las interfaces gráficas fue precedido por Macintosh, de Apple, la empresa rival.
Es en esta época surge una de las mayores polémicas en cuanto al desarrollo de Windows. Según apuntan diversas fuentes, Windows fue adquirido por Gates, el cual pagó algunos dólares por el Sistema Operativo que revolucionaría al mundo. Discusiones entre Steve Jobs y Bill Gates también repercuten y afectan a la autoría exclusiva de Windows.
De estudiante a billonario
El MS-DOS se convirtió en un gran éxito, pero nada comparado al éxito que tendría Windows, especialmente desde Windows 95. En el año 1986, las acciones de Microsoft ya alcanzaron cotas muy elevadas. Con toda esa riqueza entrando en la empresa de Gates, él se convirtió en el hombre más joven del mundo –31 años– en convertirse en billonario.
Bill ocupó el puesto de hombre más rico del mundo – según la revista Forbes – durante 13 años, pero ahora ocupa el tercer lugar en el ranking. La caída de los ingresos de Microsoft se puede explicar por la explosión de Internet, la aparición de aplicaciones en línea y la dedicación de generosas donaciones a obras de caridad.
De ejecutivo billonario a jubilado billonario
Después de una ajetreada carrera, riqueza, intrigas e ideas generales, la vida de Bill Gates pasó a la historia. Incluso con tantas críticas sobre su personalidad fuerte y cuestionamientos sobre su genialidad, Bill Gates consiguió probar que es extremadamente competente en su trabajo.
Puesto que nadie es de hierro, el 27 de junio de 2008, Gates deja la dirección de Microsoft para cuidar su fundación de caridad, Bill & Melinda Gates Foundation. Con 6 mil millones de dólares menos y demasiado tiempo libre, Gates dice que ofrece un 20% de su tiempo a la gestión de Microsoft y el resto de su vida compartiendo su parte más filantrópica.
