En el siglo XIX, la Confederación Alemana reunió a un número de estados independientes, entre los que se destacaron Prusia y Austria. Desde un punto de vista económico, los austriacos deseaban organizar un gran parque industrial capaz de formar una burguesía nacional y la modernización de la situación económica del país. Con esto, podrían crear las condiciones necesarias para reunificar el territorio alemán y dar a la hegemonía impuesta por los austro-húngaros.
De hecho, el gobierno prusiano no pudo llevar a cabo esta transformación prevista sin depender de la ayuda de otros Estados Miembros de la confederación. En la década de 1830, el gobierno prusiano fue líder de la formación de una zona aduanera grande donde los estados alemanes podían mover libremente sus productos manufacturados y materias primas. Conocido como Zollverein, este acuerdo intensificó las actividades comerciales y el nacimiento de industrias en las regiones participantes.
Sin olvidar sus rivalidades políticas, Prusia organizó el Zollverein sin contar con la participación del Imperio Austro-Húngaro. Por lo tanto, la economía de la nación rival no podía competir con el proceso de modernización económica experimentada por los Estados cooperantes. Al llegar a la década de 1860, ya era posible observar las diferencias que dividían a los miembros del Imperio Austro-Húngaro y a los miembros de la zona aduanera.
El éxito de esta medida era de suma importancia para el inicio de las acciones militaristas prusianas que permitirían la ejecución de la Unificación Alemana. Sobre el liderazgo del ministro Otto Von Bismarck, los prusianos formaban un hábil ejército que aseguraría las anexiones territoriales futuras. En 187, después de la Guerra Franco-Prusiana, los alemanes sellan la concepción de un Estado unificado.
De hecho, no hay manera de entender las victorias militares de Prusia sin antes observar los impactos provocados por la cooperación económica construida por el Zollverein. Por otra parte, vemos que esta misma situación permitió a los alemanes, en poco tiempo, ampliar sus intereses hasta el punto de rivalizar con la fuerza económica ejercida por Inglaterra y Francia en los mercados internacionales.