Proyección cartográfica es un tipo de trazado sistemático de líneas sobre una superficie plana destinada a la representación de paralelos de latitud y meridianos de longitud de la Tierra o de parte de ella, siendo la base para la construcción de los mapas. Las proyecciones son las técnicas para representar el mundo esférico en un plano.
Sabemos que el mundo tiene un formato similar a una pelota. Por lo tanto, es imposible representar correctamente el planeta en un plano sin existir distorsiones. Sin embargo, existen algunas técnicas elaboradas para ese fin con el objetivo de crear representaciones gráficas o mapas de la superficie terrestre, a esas representaciones se les da el nombre de proyecciones cartográficas.
Aunque es imposible evitar la distorsión, se puede elegir la forma en que se producirán. Los mapas en que las áreas son alteradas, pero se mantienen las formas de los continentes, se denominan proyecciones conformales. Por otro lado, los mapas den que las áreas son correctamente mantenidas y las formas son alteradas son llamados de proyecciones equivalentes. Ahora, cuando se opta por alterar tanto las áreas como las formas, son llamados de proyecciones afilácticas.
Hay tres tipos principales de proyecciones cartográficas: plana, cilíndrica y azimutal.
1. Proyección cilíndrica
Las proyecciones cilíndricas son aquellas elaboradas como si alguien colocase el globo terrestre dentro de una esfera y, al desenrollar ese cilindro, consiguiésemos representar la superficie de la Tierra.
Las proyecciones de los mapas más famosos y utilizados son cilíndricos. Entre ellos, algunos merecen una mención especial debido a su importancia y características.
Proyección de Mercator
En esta proyección, ampliamente utilizada hoy en día, existe una preocupación en el mantenimiento de las formas de los continentes, sin embargo, sus áreas se cambian. Es, por lo tanto, una proyección conformal. Tenga en cuenta que, por ejemplo, Groenlandia es mayor que Brasil, y, de hecho, ella aparece menor que este país.
Proyección de Peters
A diferencia de la anterior proyección de Mercator, esta proyección sacrifica las formas en beneficio de la conservación de la proporción de las áreas. Es, por tanto, un tipo de proyección equivalente. Los meridianos y los paralelos también son líneas rectas.
Proyección de Robinson
Este es el tipo de proyección más utilizado actualmente para representar el mapa del mundo. Ella altera tanto las formas como las áreas de los continentes, sin embargo, ni las áreas ni las formas son tan distorsionadas como en las dos proyecciones anteriores (Mecator y Peters), quedando en una especie de término medio. En ella, los paralelos son rectos, pero los meridianos son curvados, como si acompañasen a la esfera terrestre.
2. Proyección Cónica
Las proyecciones cónicas están diseñadas como si dispusiéramos la Tierra en forma de cono, y luego se abriera y se colocase en un plano. Por lo tanto, se observa que los meridianos forman una serie de líneas rectas que dirigen los polos. Este tipo de proyección se utiliza a menudo para representar algunas partes de los continentes o países.
3. Proyección Plana, polar o azimutal
En esta proyección, se observa un plano colocado de forma tangente a la superficie que será representada en el centro del mapa. En ese plano, las líneas se concentran desde el punto central y se dispersan en dirección a las áreas más distantes. Esa proyección es muy utilizada para representar los polos o para colocar en el centro de un mapa cualquier punto de la Tierra.
¿Cuál proyección es mejor?
Aunque algunas proyecciones son más famosas y más extendidas en todo el mundo, no hay una proyección que, necesariamente, pueda ser considerada mejor que otra, debido a que sus cualidades varían de acuerdo a las necesidades de cada uno.
Por ejemplo, la proyección de Mercator es ampliamente utilizada para producir gráficos y mapas para la navegación, pero no es muy recomendable para otros fines. Por otra parte, la proyección de Peters tiene el valor de mostrar una mejor relación entre las áreas de los continentes, evitando que el sur quede ‘menor’ como ocurre en la proyección de Mercator.
Así podemos ver que cada proyección tiene su valor, dejando al investigador a elegir cuál es el más adecuado para sus estudios según sus objetivos e intereses.