La ciudad de Potosí es la capital de la provincia de Tomás Frías y del Departamento de Potosí, en Bolivia. Su población en el censo de 2009, era de 194.298 habitantes. Situado en las montañas de los Andes, a la altitud de 3967 metros, es una de las ciudades, geográficamente, más altas del mundo.
Existe una cultura muy rica en esta ciudad. Su población es, sobre todo muy humilde, compuesta por personas con bajo nivel de educación y bajos ingresos. La población boliviana tiene la cara marcada generalmente por trazos de ascendencia indígena, con piel morena y cabellos oscuros.
Potosí es conocida por su gran patrimonio arquitectónico. La catedral gótica de San Lorenzo, la Casa de la Moneda y la Universidad Tomás Frías son admiradas mundialmente, y la ciudad, en 1987, pasó a integrar la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El gobierno de Bolivia pidió que la UNESCO contribuyera para la creación de un museo local, además de preservación y restauración de varios monumentos de la ciudad. Después de la aprobación por el comité ejecutivo, entre enero de 2001 y diciembre de 2002, la UNESCO proporcionó ayuda técnica y financiera para los proyectos presentados.
Historia de Potosí
Potosí fue fundada en 1546. En 1611, era ya la mayor productora de plata en el mundo y tenía alrededor de 150.000 habitantes. Alcanzó su apogeo durante el siglo XVII, haciéndose la segunda ciudad más poblada (después de París) y la más rica del mundo, debido a la explotación de plata enviada a España. Sin embargo, en 1825, la mayor parte de la plata ya se había agotado por su explotación y su población disminuyó hasta los 8.000 habitantes. A comienzos del siglo XX, la explotación de estaño se incrementó por la demanda mundial y, como consecuencia, Potosí volvió a experimentar un crecimiento importante.
Versiones sobre el periodo pre-europeo – Historia de Potosí
La historia temprana de la ciudad es una mezcla intrincada de hechos fantásticos y verdaderos, y es difícil contar la historia de la leyenda. Se dice que las minas de plata fueron descubiertas por casualidad en una noche de 1545, por un pastor llamado Diego Huallpa Quechua, que se perdió mientras regresaba con su rebaño de llamas. Decidió acampar al pie del Cerro Rico e hizo una gran hoguera para refugiarse del frío. Cuando despertó por la mañana, notó que entre las brasas brillaban pedazos de plata, fundidos y derretidos por el calor del fuego. El lugar era aparentemente tan rico en planta que se encontraba en la superficie del terreno. El 1 de abril de 1545 un grupo de españoles liderado por el capitán Juan de Villarroel tomó posesión de Cerro Rico, intentando confirmar los relatos del pastor. Inmediatamente fijó un poblado.
Según otra versión, los incas conocían la existencia de plata en el lugar, pero cuando el emperador inca trató de iniciar su explotación, el monte lo habría expulsado mediante una estruendosa explosión (de donde deriva el nombre del lugar, ¡P’utuqsi!), prohibiéndole exrtaer la plata, que estaba reservada ‘para los que vendrían después’. Los historiadores ven, en esta variante, una deliberada influencia de los españoles en la leyenda para legitimar sus trabajos en el lugar.
La llegada de los españoles – Historia de Potosí
Después de la llegada de los españoles a América y la dominación del pueblo Inca, con el descubrimiento de Potosí y su riqueza en plata, comenzó la extracción de la misma, utilizándose para eso trabajo indígena, llegando cada extracto a tomar 29 kilogramos de plata por día, subiendo por las minas con este peso en una bolsa atada al cuello.
Debido a las malas condiciones de trabajo, muchos indios terminaron muriendo de hambre o enfermedades, como neumonía, accidentes, tales como hundimientos y caídas desde grandes alturas. Domingo de Santo Tomás O.P., un sacerdote que vivió en la época, escribió: ‘No es plata lo que se envía a España, es el sudor y sangre de los índios’.
Considerando el período completo de explotación española de la plata fina boliviana, que según datos oficiales fueron de aproximadamente 31.000 toneladas, en un proceso que ocurrió desde el siglo XVI hasta el siglo XIX, convirtiendo el peso de la explotación al valor del dólar norteamericano (aproximadamente 1 gramo = 1,05 $USD) tenemos la importancia de 35,25 mil millones de dólares.