El lugar del arte siempre ha sido un tema ampliamente debatido entre los críticos, apreciadores, investigadores y artistas. Durante mucho tiempo, el mundo del arte fue concebido como una esfera autónoma gobernada por sus propios códigos y fruto de la creatividad centrada en la individualidad del artista. Sin embargo, especialmente desde el siglo XX, observamos que esta separación de arte y el mundo ha perdido fuerza a medida que avanzan varios intentos romper esos límites.
En la década de 1950, se observa la formulación de un movimiento llamado “arte pop” (pop art en inglés). Contrariamente a las apariencias, este arte popular se define como un movimiento no tiene nada que ver con el arte producido por una base o folcloristas con las nociones del arte. El “pop art” es un movimiento que abarca las diversas manifestaciones de la cultura de masas, la cultura de la gente producida por los grandes medios. Al participar en elementos generados por la sociedad industrial, el “pop art” tiene un doble movimiento que puede revelar la riqueza de su propia existencia. Por un lado, presenta rasgos de una sociedad marcada por la industrialización, la repetición y la creación de iconos instantánea. En segundo lugar, cuestiona los límites del pensamiento artístico y poder cubrir los fenómenos de su tiempo para luego diseñar sus propias creaciones.
El movimiento “pop art” apareció en un momento histórico marcado por la elevación de las grandes sociedades industriales anteriormente afectadas por los efectos de la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, se adoptarlo los principales centros urbanos estadounidenses y británicos como el medio ambiente a fin de que los primeros representantes tomasen la inspiración para crear sus obras. imagenes de anuncios, las celebridades, los logotipos y los cómics como fuentes de inspiración.
Los miembros del “pop art” llamaron la atención del público en general inspirándose en las cosas que en teoría no eran reconocidos como arte, teniendo en cuenta que era la marca actual de aquellos tiempos. Grandes estrellas de cine, los comics, los automóviles modernos, la electrónica o los productos enlatados que se reconstruyen a las impresiones e ideas de estos artistas que marcaron lo efímero de lo que ofrece la era industrial.
Entre otros representantes de este movimiento, podemos destacar la figura de Andy Warhol, conocido por varias versiones de colores “Marilyn Monroe”, producido en 1967. Otro ejemplo del “arte pop” puede ser reconocido en el libro “In The Car”, en la que Roy Lichenstein utiliza el lenguaje de los cómics para explorar situaciones urbanas. Incluso hoy en día, muchos artistas utilizan referencias del “pop art” para diseñar pinturas, esculturas y otras representaciones artísticas.
