Los doblamientos modernos son grandes estructuras de la geografía terrestre constituidas por rocas magmáticas y sedimentarias poco resistentes que se vieron afectadas por desplazamientos de placas tectónicas durante el periodo terciario, provocando el pliegue y originando las cadenas montañosas o cordilleras. Por eso, son consideradas montañas nuevas que fueron poco afectadas por los agentes erosivos y presentan las mayores altitudes de la Tierra. Son también regiones altamente sensibles a terremotos y erupciones volcánicas.
El relieve puede ser formado por la acción de factores internos (movimiento de las placas tectónicas) y externos (lluvia, ríos, viento, mares, hielo y seres vivos). La formación de los doblamientos modernos se da por el choque de dos placas donde una acaba por quedar bajo la otra. El desplazamiento de estas es constante gracias a la presión del magma. Este movimiento propicia el choque que origina los picos, cordilleras y montañas.
En regiones como los Andes, las Montañas Rocosas, los Alpes, el Atlas y el Himalaya, son frecuentes terremotos y actividad volcánica. Presentan también las mayores elevaciones de la superficie terrestre. Los pliegues resultan de fuerzas laterales u horizontales ocurridas en una estructura sedimentaria que forma las cordilleras. Las fallas resultan de fuerzas, presiones verticales o inclinadas, provocando el desnivel de las rocas resistentes.
Ejemplos de pliegues modernos son: Cordillera de los Andes, Cordillera del Himalaya, Cadena de los Alpes, Montes Urales, Cordillera del Atlas, entre otros.