Los peces óseos (osteictios) poseen endoesqueleto y opérculo formados, principalmente por los huesos. Esta segunda estructura protege las branquias y aumenta la efectividad del movimiento del agua y, en consecuencia, de la respiración.
Son bastante variables en cuanto a la forma, tamaño, colores, hábitat y nicho ecológico. Predominan, cuantitativamente, el grupo de peces, que representan más del 95% de estos.
Tienen epidermis con escamas y células especializadas en secretar moco; aletas flexibles; boca anterior, con dientes semejantes entre sí; hígado, páncreas, intestino y ano. La mayoría de los representantes posee vejiga natatoria, ayudando en la fluctuación.
El corazón posee una aurícula y un ventrículo, con circulación simple y venosa. Excretan urea y/o amoniaco, con el riño ayudando en este sentido. Poseen encéfalo con cerebelo bien desarrollado, ojos bien desarrollados, sacos olfativos y oído interno. Presentan línea lateral. Son generalmente dioicos, siendo que la mayoría fecunda sus gametos externamente.
Esta clase se divide en Sarcopterygii y Actinopterygii. Los primeros tienen aletas carnosas, con soporte de hueso similar a las piernas de los tetrápodos. Además, la mayoría tienen pulmones primitivos y un canal de comunicación entre la cavidad nasal y la faringe (coana); son los dipnoicos. Otro grupo, el de las acnistías, es representado por seres vivíparos y de fecundación interna.
Los Actinoperígeos forman el grupo con el mayor número de especies entre los vertebrados. Poseen aletas con un bulto de huesos poco espeso, en forma de abanico. La mayoría de sus representantes es ovípara y sus larvas, un poco similares a los adultos, son llamados de alevines. Sardina, anguila eléctrica, caballito de mar y pez volador son algunos representantes de ese grupo.
