La magnitud de las ondas sísmicas es la cantidad de energía liberada en el foco del terremoto, medida a partir de una escala llamada la escala de Richter. La intensidad es la consecuencia causada por la acción del terremoto, la destrucción causada por este fenómeno. La mayor escala utilizada para clasificar la intensidad es la de Mercalli.
Entre los efectos de un terremoto de gran magnitud en las zonas pobladas se da la destrucción de la infraestructura (calles, carreteras, puentes, casas) además de la muerte de personas en un radio cercano al origen del terremoto. Los terremotos en los océanos causan la formación de olas gigantes (tsunamis) provocando inundaciones en las zonas marítimas. Estas olas pueden llegar a las zonas del continente, causando gran destrucción.Miles de terremotos ocurren a diario en el mundo. Sin embargo, la mayor parte son de baja intensidad y tienen un hipocentro muy profundo, por lo que los terremotos no suelen ser percibidos en la superficie de la tierra. Japón, situado en una zona sísmica significativamente activa, también se ve afectado por cientos de terremotos por día.
Los lugares más afectados por los terremotos son las áreas ubicadas en zonas de convergencia de placas, en particular, los países situados en los bordes de las placas tectónicas. Entre las naciones que están en esta situación podemos destacar Japón, Indonesia, India, Filipinas, Nueva Guinea, Turquía, EE.UU., Haití, Chile, entre otros.