Un estudio realizado en Flandes, Bélgica, con 1.656 estudiantes de 13 a 17 años, reveló que el uso de teléfonos celulares en la noche es una práctica común entre los adolescentes y esa situación está directamente relacionada con los niveles de fatiga de esos jóvenes durante algún tiempo.
La mayor preocupación de los padres con respecto a los medios de comunicación, se relaciona con el tiempo que los niños dedican viendo la televisión, escuchar música o navegar por Internet. El teléfono móvil se ve como un dispositivo de comunicación simple, útil en situaciones de emergencia, pero los niños de hoy usan los instrumentos de forma que los padres no pueden llegar a imaginar.
Los casos de cansancio excesivo reportados por los adolescentes se atribuyeron al abuso del uso del teléfono móvil, tanto en llamadas como en intercambios de mensajes de texto. Los adolescentes gastan mucho tiempo conectándose con otras personas, y algunos de ellos lo hacen toda la noche.
Por otro lado, un mejor rendimiento escolar está relacionado con una buena noche de sueño. Los estudios demuestran que los adolescentes que duermen menos son más propensos a tener problemas cognitivos o de comportamiento en el aula. Los padres deben ser advertidos: es necesario restringir o prohibir el uso del teléfono celular después de la hora de acostarse.
Los expertos recomiendan que los niños y adolescentes tengan entre ocho y diez horas de sueño cada noche para mantener un estilo de vida saludable y un buen rendimiento durante el día. Además, los padres que sospechan que sus hijos sufren de trastornos del sueño deben recurrir a la consulta de pediatras y otros especialistas. Y dar consejos como: dormir bien para mejorar sus calificaciones.
