Con tanta modernidad y preocupación con el estereotipo percibimos nuevos patrones de comportamiento cada día y para cada tipo de conducta un nuevo término. Mucho de ese fenómeno es debido al poder de los medios de comunicación para convencer al espectador de la necesidad de seguir las novedades. Entre los nuevos patrones comportamentales encontramos a los metrosexuales, término designado para retratar la sintonía del hombre heterosexual con su lado femenino. De forma más clara, retrata la preocupación excesiva del hombre con su apariencia, hecho que hace poco tiempo era considerado algo anormal, pues el hombre que demostraba esa preocupación era llamado de homosexual.
El metrosexual es siempre en sintonía con las novedades del mundo de la moda; él se viste bien y dedica un mayor cuidado con la piel, el cabello, las uñas y el estado físico en general. Además, tiene un comportamiento impecable, usando productos de buen gusto. Uno de los nombres que siempre se relaciona con el comportamiento metrosexual es el futbolista británico David Beckham, un hombre heterosexual que tiene una relación fuerte con su lado femenino de acuerdo a sus campañas publicitarias. Para encuadrarse en ese perfil, es siempre invitado a formar parte de las publicidades de productos masculinos, en particular, de ropa interior.
Para muchos sexistas, ese comportamiento del hombre moderno resulta absurdo; ya para las mujeres, los metrosexuales representan el icono de príncipe de sus sueños en la era contemporánea. El número de hombres que se adhieren a este nuevo estilo masculino ha ido creciendo cada día y al mismo tiempo crece el número de mujeres que buscan relaciones con hombres que se preocupan por su lado femenino. Lo que importa es sentirse bien, independientemente de lo que es impuesto por los medios y por la sociedad.