Marca de agua (en inglés: watermark), en el ámbito digital, consiste en una técnica que se utiliza para añadir información multimedia, perceptible o no, en ficheros de imágenes, textos y sonidos, a fin de asegurar su protección. Consiste en un patrón de bits incorporado en el fichero que se mantiene en las copias que son ejecutadas a partir del mismo.
Este es un proceso muy útil para marcar o identificar creaciones multimedia, salvaguardando, de este modo, los derechos autorales – no funciona como protección contra copias eventuales, porque permite copiar, pero resulta en un fichero inseparable de su marca de agua.
La marca de agua también se utiliza para impedir la falsificación de documentos, para dar fe de la autenticidad del origen del papel, como adorno o para diferenciar entre distintos proveedores.
Técnicas y origen
En papel, la marca de agua se crea durante el proceso de fabricación, mientras que la hoja está todavía húmeda, utilizando una herramienta de compresión llamada «dandy», que consiste en un cilindro hueco y metálico que posee soldado un relieve con los diseños que se pretende aplicar.
Los papeles con procedencia de Oriente o del mundo musulmán no contenían marcas de agua.
La técnica apareció por primera vez en un periódico producido en la ciudad italiana de Fabriano, en 1282, con la marca de una cruz griega y fue utilizada para identificar al productor. Posteriormente se notó que daban mayor seguridad contra falsificaciones.
Marcas elaboradas de alta calidad son muy difíciles de falsificar en escáneres o fotocopias, así que son ampliamente utilizados en la fabricación de papel moneda, estampillas y copias de documentos importantes. Es ampliamente utilizado en el análisis del papel, para determinar el fabricante o datar obras antiguas.