Con su forma ligeramente esférica, es decir, un poco aplanada en los polos y rebordeado en el Ecuador, la Tierra ejecuta, entre otros, dos movimientos de gran importancia: el movimiento de rotación y el movimiento de traslación.
Movimientos de rotación
Es el movimiento que la Tierra realiza en torno a sí mismo o de un eje imaginario que pasa por sus polos. La duración de ese movimiento es de 24 horas (un día), o más específicamente 23 horas, 56 minutos y 4 segundos, y su velocidad es de 1.666 km/h a la altura del Ecuador. En los polos la velocidad es nula.
A pesar de esto y de la propia sucesión de los días y de las noches, tenemos la impresión, sin embargo, de que la Tierra está parada y que el Sol está girando alrededor de ella. En realidad, sin embargo, la Tierra está en movimiento y girando sobre sí misma, frente al Sol, lo que permite la ocurrencia de los días y de las noches.
De hecho, el Sol no podría girar alrededor de la Tierra, pues, si así fuese, estaría contrariando a la conocida Ley de Newton, según la cual los cuerpos se traen en proporción directa de sus masas. Bien, si la masa del Sol es 330.000 veces mayor que la masa de la Tierra, el Sol jamás podría girar alrededor del planeta. Así, el movimiento o trayectoria diaria del Sol (nace al este y se pone al oeste) es apenas aparente y no real.
La importancia y las consecuencias de la rotación terrestre son:
- La sucesión de días y noches y la consiguiente influencia en la organización de la vida o de personas todos los días (jornada de trabajo, negocios, vida personal…).
- Interfiere en la circulación atmosférica y el movimiento de las corrientes oceánicas.
- Con base a la rotación terrestre fueron creadas las horas y los husos horarios, de gran importancia para la organización de las actividades humanas.
- El achatamiento de los polos y la dilatación de la región ecuatorial.
Movimientos de traslación
Es el movimiento que la Tierra (y otros planetas) realizan alrededor del Sol. La trayectoria (rumbo) recorrida se llama órbita y tiene forma ligeramente oval, a saber, elíptica.
Esta órbita es de unos 930 millones de kilómetros y es atravesada por la Tierra en 365 días y 6 horas (o, más precisamente, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 48 segundos) a una velocidad promedio de 29.9 km/s.
Mientras que la principal consecuencia del movimiento de rotación es la sucesión de los días y de las noches, en el caso de la traslación es la ocurrencia de las estaciones del año, periodos durante los cuales, dependiendo de la posición de la Tierra en relación al Sol, los hemisferios norte y sur de la Tierra podrán ser igual o desigualmente iluminados. Eso, como sabemos, tiene gran influencia e importancia en la vida en general y también en las actividades humanas en particular.
¿Por qué hay estaciones del año?
Existen por dos razones:
- 1) Los planos del Ecuador y de la órbita terrestre (el plano de la eclíptica) no coinciden, resultando en una inclinación del último de 23 ° 27′. Podemos decir también que el eje imaginario de la Tierra está inclinado en relación al plano de la eclíptica.
- 2) Durante la traslación, la Tierra ocupa distintas posiciones en relación con el Sol. Si los planos del Ecuador y de la eclíptica fuese coincidentes y si la Tierra permaneciera siempre en la misma posición (digamos, perpendicular al Sol) no habrían las cuatro estaciones del año, es decir, si el Sol incidiera el año entero a la altura del Ecuador, los hemisferios norte y sur de la Tierra tendrían siempre la misma cantidad de iluminación.
Hay sólo dos ocasiones cuando los dos hemisferios son igualmente iluminados: en los días 21 de marzo y de 23 de septiembre, llamados de equinoccios (noches y días iguales), épocas donde el Sol incide perpendicularmente en el Ecuador, propiciando igual insolación en los dos hemisferios. Fuera de esas fechas indicadas, la Tierra permanece siempre inclinado en relación al plano de su órbita.