El bebé nace con competencias visuales. Pero su aparato visual, sea desde el punto de vista anatómico como funcional, tiene todavía inmadurez que pronto será superada. Para eso es importante que los estímulos visuales se adapten a las competencias del bebé, teniendo en cuenta sus preferencias y la distancia. El intercambio de miradas es una de las primeras complicidades entre la madre y el bebé que acaba de nacer.
Al principio los bebés prefieren rostros humanos a cualquier otro estímulo. Los bebés son particularmente atractivos para el movimiento de las caras y las expresiones faciales a una distancia entre 20 y 25 cm. Esta es la distancia de los ojos del bebé de su madre cuando está amamantando. El bebé empieza fijando la mirada y rápidamente aprende a seguir a personas u objetos en movimiento. El movimiento de las cosas con los ojos en esta pista reúne movimientos posteriores de la cabeza. La distancia a la que el niño vea también irá aumentando.
La visión es fundamental para la educación y el desarrollo general del niño. Da una perspectiva fascinante y dinámica del mundo, que sirve para estimular la mente, comunicación y personalidad. La calidad de la visión depende de la integridad de los ojos o sistema nervioso central (SNC) – cerebro.
El ojo se compone de varias estructuras, todas ellas interfiriendo con la calidad de la visión, permitiendo que la luz al aire libre penetre en el ojo, impresionando a la retina y que, a través de las células nerviosas ahí existentes y del nervio óptico, sea enviado para el cerebro.
Como estructuras que son responsables de la visión en los niños tenemos:
Ojo
- Córnea – capa que cubre la parte anterior del ojo, como un vidrio en un reloj. Siendo transparente, nos deja ver la parte anterior del ojo. Permite que la luz exterior penetre en el ojo.
- Retina – capa que forra la porción interna del globo ocular y que contiene células nerviosas responsables de la visión. Estas células captan la luz llegada del exterior.
Cerebro
- Nervio óptico – se extiende desde el ojo al cerebro. Conduce a la información, los mensajes traídos por las células nerviosas de la retina al cerebro.
Quiasma
- Tracto óptico
- Cintas ópticas
- Corteza visual – fin del trayecto, área de descodificación del mensaje. Es el centro de la visión. Hará la interpretación de lo que fue visto.
Causas de fallos en la visión
Una buena visión requiere la integridad de todas estas estructuras y, por el contrario, el cambio en cualquiera de estas estructuras puede ser una causa de baja visión en los niños. Podemos tener un ojo solo, pero si tenemos lesiones cerebrales que impiden o dificultan el paso del mensaje enviado del ojo al córtex visual, la visión estará comprometida. Por el contrario, puede el SNC estar afectado, pero haber anomalías oculares. El ojo tendrá dificultad/imposibilidad en captar la luz y transmitirla a la corteza visual.
Existen varias causas de baja visión/ceguera en niños. En los países desarrollados las causas más comunes son enfermedades del sistema nervioso central y enfermedades genéticas de la retina.
Si la discapacidad visual en estas situaciones es irreversible, existen otras causas que no sean devastadores pero tratables y con buen pronóstico, siendo mejor cuanto más precozmente fueran detectadas y corregidas.
La más común de estas causas es el defecto refractivo o estrabismo. Un desarrollo visual anormal se produce siempre cuando la imagen que cae en la retina no esté enfocada en los primeros meses o años de vida. Tal sucede cuando se tiene un defecto refractivo o estrabismo.
La edad en que tiene inicio la alteración, el tipo de defecto, la edad de inicio del tratamiento y el cumplimiento del tratamiento son factores que pesan en el resultado visual. Un niño que nace con mala visión nunca se quejará de que ve mal. Nunca sabrá lo que era una buena visión y no teniendo modelo comparativo pensará que su visión es normal. Por el contrario, si ya tuvo mejor visión con anterioridad, se quejará.
Una baja visión unilateral en general no es notable salvo si:
- Es notorio un estrabismo.
- El ojo con mejor visión tiene también una baja visión.
- Accidentalmente tapar un ojo y percibir que no ve bien del ojo destapado.
La baja visión monocular generalmente se manifiesta como un estrabismo (ojo no alineado con el otro). En los casos donde esto no es el caso, generalmente sólo en edad escolar es detectable. Conforme a la causa de disminución de la agudeza visual, así variará el periodo crítico del tratamiento.
Si el defecto fuera refractivo y considerable y/o existir un estrabismo, el tratamiento deberá comenzar antes de los 3 años de edad, dado que antes de esta edad es cuando se garantiza el mayor nivel de éxito, ya que precisamente hasta los 3 años se desarrollan las funciones visuales.
Corregir tardíamente estos defectos, es decir, tratando de dar vista a un ojo que no ha aprendido a hacerlo a su debido tiempo, que no tenía ningún desarrollo normal, que era ‘vago’, hará con que el mismo tenga más dificultades en mejorar de inmediato la visión, al contrario del otro ojo que fue más usado y entrenado para ver.