La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Tiene cerca de 3.475 kilometros de diámetro en el ecuador, y es una distancia media de 384.400 kilometros de la Tierra. Los período de rotación de la Luna son iguales a su período de revolución alrededor de la Tierra, de 27,3 días. Esto hace que la luna tenga siempre la misma cara hacia el planeta y por lo tanto una parte de la luna nunca es vista desde la Tierra.
Desde la década de 1960, nuestro conocimiento acerca de la Luna se amplió al igual que su geología. Desde entonces ha habido muchas misiones tripuladas y no tripuladas que han llegado a nuestro satélite.
Era el 20 de julio 1969 cuando Neil Armstrong, comandante de la misión Apolo 11, se convirtió en el primer hombre en caminar sobre la luna. Participó en esta misión otros dos astronautas Edwin Aldrin y Michael Collins, pero éste en realidad no llegó caminar sobre la luna, porque era el piloto del módulo de comando que estaba orbitando satélite.
Dado que la Luna no tiene atmósfera, la temperatura de la superficie es muy variable. Durante el día la temperatura media es de 125 º C y durante la noche la temperatura media desciende bruscamente a -235 ° C. Debido a la falta de atmósfera, no hay erosión y los cambios que pueden ocurrir en la superficie de la luna son causados sólo por los meteoritos que caen, y los impactos como resultado de la superficie lunar está cubierta de polvo y escombros.
La Luna posee es el cráter más grande conocido en el Sistema Solar. Este cráter no es observable desde la Tierra porque se encuentra en la cara no visible desde la luna, una región que nunca se enfrenta a nuestro planeta. El cráter se llama el Polo Sur-Aitken y cuenta con unos 2250 kilometros de diámetro y 12 km de profundidad.