En medio de la desorganización administrativa, económica y social producida por las invasiones germánicas y la desintegración en el imperio romano, prácticamente sólo la Iglesia Católica, con sede en Roma, ha logrado mantenerse como una institución sólida en el tiempo. Consolidando su estructura religiosa, la Iglesia extendía el cristianismo entre los bárbaros, conservando muchos elementos de la cultura grecorromana.
Aprovechando su creciente influencia religiosa, la iglesia comenzó a ejercer un papel importante en varios sectores de la vida medieval, que sirve como instrumento de unificación, debido a la fragmentación política de la sociedad feudal.
Durante la Edad Media, la Iglesia Católica conquistó y mantuvo un gran poder. Poseían el poder económico, adquirido con grandes donaciones de tierras hechas por los creyentes a cambio de recompensas posibles en el cielo. Se estima que la iglesia católica ha llegado a controlar un tercio de las tierras de labrantío en Europa occidental. Por lo tanto, era una gran señora feudal en un momento cuando la tierra constituyó la base de la riqueza de la sociedad.
Toda la vida civil se rige por las observaciones religiosas. Las estaciones agrícolas, las reuniones consultivas, el calendario anual, la datación de eventos históricos, estuvieron marcados por las actividades religiosas.
La vida cotidiana estaba impregnada de pequeños rituales católicos, que demostraron el gran poder de la religión. Desastres y epidemias se atribuyen generalmente al diablo y se resolvieron a través de exorcismos, signos de la cruz y otros simbolismos católicos. El poder de la iglesia se distinguió de los demás, ya que además del territorio bajo su jurisdicción política, ella tenía el poder espiritual sobre casi todo el territorio europeo.La ciencia quedaba supeditada y limitada al conocimiento religioso.
Este dominio, construido durante la Edad Media, debía estar presente en la vida de diferentes estratos sociales. Era la Iglesia que representaba por su función religiosa la seguridad a la población medieval aterrorizada con la muerte, y sobre todo, con lo que pudiera ocurrir después de la muerte. La falta de alimentos de subsistencia, las enfermedades y las condiciones serviles extenuantes eran atenuadas y toleradas por la población por un mensaje religioso. Esa influencia al principio puramente espiritual pasa a extenderse para el ámbito político, en la medida que eran los papas quienes coronaban a los emperadores en las ceremonias de consagración.
Hubo poder temporal, donde la Iglesia estaba interfiriendo en los asuntos políticos de los reinos europeos o proveyendo justificación religiosa para la guerra contra los ‘infieles’, las Guerras Santas. Entre los movimientos más conocidos de la Edad Media, dirigidos por la Iglesia, se encuentran las Cruzadas, que contaron con el apoyo de los dirigentes políticos de las monarquías feudales, para retomar la Tierra Santa, entonces en poder de los turcos.
Algunos miembros de la Iglesia Católica eran extremadamente importantes para la preservación de la cultura. Los monjes copistas dedicaron su vida enteramente a copiar y guardar el conocimiento de las civilizaciones antiguas, sobre todo, de los sabios griegos a quienes admiraron. Gracias a los monjes, esta valiosa cultura se conserva en la actualidad.
La cultura en la Edad Media fue fuertemente influenciada por la religión católica. Las pinturas, esculturas y libros fueron marcados por el tema religioso. Las vidrieras de las iglesias trajeron escenas bíblicas, porque era una forma didáctica y visual para transmitir el evangelio a una población compuesta casi en su totalidad por personas analfabetas.