El primer medio de transporte en hacer uso de un motor de gasolina para moverse fue un automóvil que contenía apenas tres ruedas y fue creado en 1885 por un alemán llamado Karl Benz.
Con el paso del tiempo fueron siendo ideados otros ejemplares, muchos de ellos conocidos en el momento como ‘motor de los tiempos’, diseñado en 1884 por Gottlieb Daimbler.
A partir de entonces comenzó la carrera por la producción y venta de automóviles, iniciada por una empresa francesa conocida como Panhard et Levassor. En 1892, el famoso Henry Ford fabricó su primer auto, el Ford, en Estados Unidos.
Los británicos entraron a la competencia un poco más tarde en comparación con otros países europeos debido a la ley vigente en el momento conocida como ‘bandera roja’. Según la legislación, el vehículo no podía superar los 10 kilómetros por hora y debía llevar adelante una persona sujetando una bandera de ese color para señalizar a los peatones que el automóvil estaba circulando, a por lo menos 60 metros de distancia. Por las noches se solía usar una linterna.
El primer coche británico en ser fabricado fue el Lanchester, seguido por Subean, Swift, Humber, Riley, Singer, Lagonda, entre otros.
En 1904 se fabricó por primera vez el Rolls Royce conteniendo un aparato compuesto por varios tubos en forma de arco y ventilador, destinado a impedir que el agua en circulación alcanzase temperatura perjudicial, el cual es conocido hasta hoy como radiador y que no vería ningún cambio en cuanto a innovación.
Los países europeos continuaron la diversificación de la flota. En Francia surgieron coches como De Dion Bouton, Berliet o Rapid; en Italia, llegó Fiat y Alfa Romeo; en Alemania aparece el Mercedes-Benz; en Suiza y España para diversificar resolvieron crear una serie más poderosa y esplendorosa, el Hispano-Suiza.
Cuando la Primera Guerra Mundial llegó a su fin, los fabricantes decidieron invertir en una flota de vehículos más económicos que sería más condensa y producida en serie.
Henry Ford en los Estados Unidos, y William Morris en Inglaterra fabricaron ejemplares como Ford, Morris y Austin, que tuvieron un gran éxito. Debido a su éxito la demanda fue superior a la expectativa y ello llevó a otras fábricas a iniciar inmediatamente la producción de automóviles con la misma configuración.
Después de la producción de coches y furgonetas de tránsito comenzó la producción de los Volkswagen, DKW-Vemag, Willys-Overland, Simca, Galaxie, Corcel –entonces en propiedad de Ford–, Opala –de la flota de Chevrolet–, Esplanada, Regente y Dart –marca de Chrysler.
A pesar de que muchos automóviles fueron fabricados en países de América Latina, fueron concebidos para tener su sede en Europa y Estados Unidos, utilizando la mayoría de piezas y equipamientos de importanción.
Completamente distinto de lo que antes era el automóvil moderno hay particularidades de las cuales solamente podemos disfrutar hoy, como la comodidad, la agilidad, sin mencionar que la mayoría de ellos son más tranquilos y seguros.
A través de los años los coches han estado revolucionando el mercado tecnológico del motor, convirtiéndose en el objeto de deseo de miles de personas envolviendo una industria millonaria en constante crecimiento. Además de amplios lucros para las grandes empresas fabricantes, la industria automotriz proporciona millones de empleos en todo el mundo.