En la fagocitosis, la célula envuelve y envía partículas sólidas a su interior. Un ejemplo bastante clásico de este proceso sucede en nuestro sistema inmunológico, cuando los macrófagos (células de defensa) fagocitan los microorganismos patogénicos (virus, bacterias…).
Una vez que el antígeno se encuentre en su interior, la célula de defensa se autodestruye (un proceso conocido como autolisis). Estas células de defensa tienen la importante función de la eliminación de los agresores de nuestro cuerpo.
La fagocitosis se produce en dos etapas, la primera es la de ingestión, en el que la célula pasa suficiente energía para llevar a la partícula a su interior; la segunda etapa es la digestión intracelular de la partícula ingerida, aquí algunos microorganismos pueden ser destruidos. No siempre ocurre la autolisis.
En pocas palabras, podemos entender que la fagocitosis es un mecanismo importante de nuestro cuerpo que protege contra la invasión de agentes patógenos.