La palabra alquimia se deriva de la palabra árabe al-khīmiyā (لخيمياء) que significa química, es decir, era la química practicada en la Edad Media, fue la ciencia precursora de la química y de la medicina. El principal símbolo de la alquimia es la mariposa, en virtud del efecto de la metamorfosis (cambio).
Los alquimistas creían en la existencia de cuatro elementos básicos (fuego, aire, tierra y agua). Según ellos todos los metales evolucionan hasta convertirse en oro; debido a ese pensamiento los alquimistas buscaban acelerar este proceso en laboratorio por medio de experimentos con los cuatro elementos.
Los principales objetivos de los alquimistas eran:
- 1. Transmutación: transformar metales (plomo, cobre) en preciosos, como oro o plata.
- 2. Medicina: crear un elixir, una poción o un metal capaz de curar todas las enfermedades.
- 3. Trascendencia: descubrir un elixir que conduciría a la inmortalidad.
Además de la transmutación de metales inferiores en oro y de la obtención de la clave de la inmortalidad (elixir de la vida), los alquimistas estaban comprometidos en el descubrimiento de la piedra filosofal, la cual desencadenaría las demás búsquedas. En los laboratorios de esos científicos no podían verse apenas experimentos químicos, sino también una serie de rituales como partes de la cábala y de la magia.
A pesar de los numerosos esfuerzos los alquimistas nunca lograron producir oro. Los alquimistas eran considerados personas de hábitos extraños debido a la alquimia ser un arte oculto, la prueba de eso es que pasaban horas y horas contemplando una planta. Sin embargo, la simple observación de la naturaleza, junto con experiencias y descubrimientos en laboratorio llevaron a nuevas sustancias e instrumentos que resultaron muy útiles para la evolución de la ciencia.
