¿Cuáles son las características de la distribución industrial? Después de la Segunda Guerra Mundial, numerosas tecnologías que habían sido desarrolladas para la fabricación de armamentos fueron redireccionadas para uso pacífico, es decir, pasaron a ser aplicadas por las industrias para producir bienes de consumo.
Iniciada en los Estados Unidos, esa evolución llegó a Europa y a Japón, alcanzando su auge en la década de 1970, cuando comenzó la denominada Tercera Revolución Industrial. El avance tecnológico continúa en el siglo XXI, en un ritmo muy acelerado. Dio origen a sectores muy sofisticados desde el punto de vista técnico, tales como la microelectrónica, la biotecnología, la química fina, las telecomunicaciones, la robótica, las nanotecnologías, entre otros. Esas y otras tecnologías integran la llamada fábrica global, en verdad una nueva distribución espacial de las industrias.
Para explicar su origen, la fábrica global exigió una nueva teoría geográfica. Sin embargo, así como ocurre con la vieja teoría de localización industrial, esa nueva teoría también se basa en características que atienden en último análisis a la lógica del beneficio. Vamos a conocerlas:
- Informatización a gran escala relacionada con el almacenamiento y la transmisión de informaciones, y búsqueda constante de nuevas fuentes de energía.
- Producción de nuevos materiales como la cerámica técnica, usada en la fabricación de circuitos integrados y semiconductores.
- Estrecha integración entre investigación y tecnología, aumentando las áreas de actuación de la moderna biotecnología y de la microelectrónica.
- Producción de bienes y servicios con segmentación en redes mundiales, con base en medios técnicos informacionales que admiten la tercerización.
La tercerización es un proceso de transferencia de la parte de la producción de una empresa para otras. De esa forma, las empresas intentan disminuir los costes, abriendo mano del control de ciertas fases del proceso productivo. Ese recurso es muy utilizado, por ejemplo, por grandes fabricantes de calzados, especialmente zapatillas, de los Estados Unidos y Unión Europea, que transfirieron la producción propiamente dicha para fábricas instaladas en países que disponen de mano de obra extremadamente barata, como es el caso de aquellos situados en Indochina, además de la propia China.
La nueva geografía de las industrias llegó al interior de la fábrica, donde las diferentes etapas de producción desde la entrada de las materias primas hasta la salida del producto son realizadas ahora de forma combinada entre proveedores y compradores, sin la rigidez del fordismo. La cantidad de materias primas que entra en la fábrica corresponde exactamente a la cantidad de productos que están siendo fabricados (producción Just in time, política del toyotismo). Ese sistema de producción industrial totalmente adaptada al mercado consumidor, característico del actual proceso de industrialización técnico científico informacional, se denomina de toyotismo (idealizado en Toyota, industria japonesa). El primer país en adoptar el toyotismo fue Japón, aprovechando modelos hasta entonces no aprovechados por los norteamericanos.
Cabe recordar que las antiguas fábricas eran muy contaminantes y ocupaban grandes áreas. No se preocupaban con los residuos de la actividad productiva, que generalmente agredían al medio ambiente. Las nuevas instalaciones industriales suelen tener en consideración las cuestiones ambientales y la ocupación racional del espacio. Una importante consecuencia geográfica de ese nuevo modelo productivo es la desconcentración espacial de la actividad. En el límite, se crea una verdadera fábrica global, debido a la distribución del proceso productivo de bienes por diferentes lugares. Un buen ejemplo de fábrica global, hoy, es dado por la producción de teléfonos móviles, que reúne en una misma línea de montaje localizada en México baterías de India y teclados de los Tigres Asiáticos. Además de eso, los móviles funcionarán gracias a las antenas hechas en Europa.
Y así es hecha la distribución industrial.