Cuando estudiamos las civilizaciones antiguas, nos cuesta comprender las razones de muchos hábitos y tradiciones propias de los pueblos y sus contextos de la época. Sin embargo, hay una serie de elementos que pueden indicar que nuestra avanzada época tecnológica refleja mucha influencia tomada de las ideas que surgieron hace siglos. Si nos fijamos bien, la antigüedad está presente incluso en el desayuno, ya que el pan es un invento de los egipcios.
En el ejército, los pueblos antiguos nos ofrecieron grandes aportes en el tiempo para dominar a los enemigos. Los babilonios, por ejemplo, fueron los primeros en tomar ventaja de su ganado para formar una fuerza de trabajo rentable, con la aprobación de la esclavitud. Por otra parte, los griegos querían mejorar los planes de prevención en caso de enfrentarse con el enemigo mediante la creación de la llamada falange, un grupo de soldados armados capacitados para atacar de una manera sincronizada.
En cuanto a la construcción, contar y transportar debemos agradecer las contribuciones obtenidas de las ciencias exactas y la ingeniería. Antes del final del siglo XIX, las pirámides de Giza ocuparon durante 4000 años el puesto de construcción más alto de todo el mundo. Ya los sumerios, preocupados por los costes de las obras, desarrollaron las primeras calculadoras del mundo antiguo. Los fenicios, antes de la globalización, habían creado artesanía ágiles que les permitieron llevar a cabo el comercio con varios pueblos extranjeros.
Hoy en día, muchos apuntan a los beneficios establecidos en el sistema democrático instaurado en varios países, como España. Sin embargo, a pesar de la influencia de los ideales del liberalismo, muchas de nuestras políticas y acciones institucionales, en cierta medida, experimentado por los griegos. En Atenas, los legisladores de Clístenes y Pericles han sentado las bases de una nueva forma de gobierno que ha inspirado nuestra democracia moderna. Por otra parte, fueron los primeros en crear la competencia para la ocupación de cargos públicos.
En la actualidad, la gran disponibilidad de recursos estéticos, la atención quirúrgica y terapéutica para el cuerpo nos lleva a creer que pertenecemos a la era del culto al cuerpo. Sin embargo, nos equivocamos si creemos que los antiguos no tenían preocupaciones y vanidades. En el campo de las artes, la cultura greco-romana desarrolló las técnicas de reproducción cuerpo que, después de dos mil años, impresionaron al Renacimiento. En medicina, los egipcios se aventuraron en la realización de varias cirugías, incluyendo el cerebro.
Estas son sólo algunas de las pocas comparaciones que muestran la riqueza de las habilidades y los inventos que han marcado la antigüedad y la influencia del mundo de hoy. Si fuera posible, hay otros debates y análisis que muestran que la gente en el pasado han transferido parte del conocimiento que de alguna manera, puede considerarse de menor importancia en comparación con el conocimiento producido en la época contemporánea.