Más de mil millones de personas en todo el mundo carecen de acceso al agua potable. 25 mil personas mueren cada día por no tener agua limpia para beber próxima a sus hogares. Aun peor es la estadística sobre mortalidad infantil: 4,6 millones de niños menores de 5 años mueren cada año de diarrea, una enfermedad que está relacionada con el consumo de agua potable, que se agrava por el hambre y la pobreza que afecta brutalmente a muchas vidas.
En Brasil, el 30% de las muertes de niños menores de un año de edad se deben a la diarrea causada por el consumo de agua inapropiada.
La calidad de vida de la población depende del acceso a los bienes necesarios para su supervivencia. El agua potable, así como las aguas residuales, es de importancia fundamental para la reducción de la tasa de mortalidad infantil, ya que impiden la propagación de enfermedades relacionadas con la falta de saneamiento y la salud. Estos elementos son también importantes cuando se refiere a la mayor esperanza de vida de la población. La baja esperanza de vida es también un indicador de la indigencia.
Aguas sin tratamiento traen graves daños a la salud del hombre, por ejemplo, las enfermedades transmitidas por el agua, que pueden ser adquiridas por el contacto con agua contaminada –el cólera, la hepatitis infecciosa, la esquistosomiasis– o transmitidas por insectos desarrollados en esas aguas –dengue, fiebre amarilla, malaria–
Las medidas profilácticas para eliminar o reducir al mínimo el peligro de transmisión de enfermedades por el agua dependen de la protección de las fuentes, el tratamiento adecuado de las aguas y el mantenimiento constante del sistema de distribución.
Saneamiento
La falta de saneamiento es uno de los principales problemas ambientales en los países en desarrollo, donde a menudo la infraestructura disponible no estar a la par con el crecimiento de las ciudades, poniendo en peligro la salud de sus habitantes.
El sistema de saneamiento es el conjunto de equipos y servicios para los programas prioritarios de salud pública, en especial el abastecimiento de agua y recolección de aguas residuales y su tratamiento.
El suministro de agua a una región implica varios pasos: muelles de captura (que requiere una atención especial en relación con la ocupación de las cuencas hidrográficas), tratamiento (proceso para producir agua potable) y su distribución a los diversos usos.
El sistema de alcantarillado recoge y trata las aguas residuales, retirando los desechos para volver el agua lo más limpia posible antes de despejarla a los mares, ríos o embalses. Otro servicio que compone el saneamiento básico de una ciudad es el servicio de limpieza urbana, que mantiene limpios los espacios públicos, recogiendo, tratando y disponiendo en vertederos diferentes tipos de basura.
Evitar el desperdicio de agua
- Para lavar las aceras, patios y otros espacios no hay necesidad de utilizar agua del grifo. Se puede reutilizar, por ejemplo, agua del tanque para esas actividades.
- En el momento del cepillado de dientes o del afeitado, dejar el grifo cerrado; puede abrirse nuevamente cuando vaya a enjuagarse la boca o la cara.
- A la hora del baño, trata de pasar menos tiempo con la ducha abierta, puedes cortar el agua durante el enjabonado.
- Cuidado con las fugas de agua en el hogar. Un agujero de 2 mm en la tubería dejará fuera 3.200 litros de agua por día.
- Reemplazar duchas de alta presión por duchas normales para el ahorro de agua.
- Sustituir una manguera de agua por cubos de tamaño específico para lavar el coche.