El bikini tiene su creación disputada por dos estilistas nacidos en Francia. Jacques Heim fue un pionero en la elaboración del denominado ‘atome’, descrito como el menor traje de baño del mundo. Pero, más tarde, Louis Réard generó un producto todavía menor que su antecesor, que sería conocido como bikini. Réard asoció su potencial al lugar del Pacífico donde la bomba atómica fue lanzada experimentalmente por los norteamericanos en julio de 1946. Louis Réard es considerado hasta hoy el verdadero padre de la pieza de vestuario femenino que reviste el busto y los órganos femeninos localizados por debajo del tronco.
El bikini comenzó su comercialización el 26 de junio 1946 y realmente causó furor en la época. Las modelos de entonces se negaron a posar vestidas con el bikini, revelando el ombligo, dejando espacio de protagonismo a la pionera Micheline Bernardini, conocida stripper que tomó la valiente decisión de ser fotografiada con la reciente creación. El elemento principal del traje femenino fue duramente criticado, aunque fuera bien austero, hecho de algodón, con estampados que simularon la página de un periódico.
En muchos países el bikini fue censurado volviéndose, sin embargo, un símbolo de la década de 1950. Desde Hollywood, numerosas actrices como Ava Gardner, Ursula Andress y Brigitte Bardot superaron los miedos y discriminaciones sociales vigentes al adoptar el bikini como parte de la indumentaria en las pantallas de cine y en fotos divulgadas en revistas y otros medios. Brigitte Bardot se hizo inmortal al vestir un bikini de ajedrez de tejido vichy, adornado con volantes, en la película ‘Y Dios creó a la mujer’. El modelo usado en la época era de grandes proporciones si lo comparamos con los bikinis modernos y la parte inferior era de poca altura.
El bikini aterrizó en América a finales de 1950 inicialmente a través de las famosas vedettes. Con el tiempo, el bikini se globalizó especialmente en las playas caribeñas convirtiéndose en improvisados escenarios de moda para esta nueva vestimenta.
Este elemento de la prenda llegó a su punto más alto de desarrollo en la década de 1960, cuando la actriz Ursula Andress incorporase el bikini en un fragmento de la película 007 contra el Dr. No (1962). En esta década, el bikini fue más audaz, mostrando el ombligo, y exhibiendo una versión superior a la de la anterior década. . Dos años más tarde Rudi Gernreich, diseñador estadounidense, creo el aún más polémico ‘topless’ en el cual se hizo innecesaria la parte superior del bikini. En países como Brasil, cuna de la moda ligada a la playa, la innovación no tuvo suficiente éxito, aunque haya mantenido su auge en algunos países europeos, como España.
Durante la década de 1970, entra en escena el célebre tanga, todavía menor que el ya tradicional bikini. La modelo Rose di Primo se hizo conocida como la musa del tanga. Los bikinis presentaron la cintura baja, rescatada hoy por las diversas tendencias de la moda, normalmente con la parte baja lisa y la superior cubierta de estampas.
A partir de 1980 surgieron otras concepciones, como los modelos de lazos laterales. No siendo posible limitar más la pieza femenina se creó el hilo dental, siendo ampliamente adoptado por las mujeres. En ese momento la diosa inspiradora es la modelo Monique Evans. La moda es el sostén torcido, sin protuberancia estructurada, de tonos intensos, tales como el verde limón o el rosa fuerte, con mucho brillo y tejidos de lycra.
Fue en la década de 1990 cuando la fiebre de los accesorios de playa se expandió internacionalmente. Los tejidos ganaron más resistencia gracias a una mayor inversión técnica en el campo y una agitada competencia. En la parte inferior predominaron los pantalones cortos.
A comienzos del siglo XXI se da una mezcla de diversas tendencias, en especial las que prevalece en los años 70 y 90. Cada vez son más las modelos que aparecen revolucionando el mercado que gira en torno a esta pieza de la indumentaria femenina.
