La Guerra de las Dos Rosas fue una guerra civil en Inglaterra entre 1455 y 1485. Los enfrentamientos se produjeron por el indiscutible trono inglés entre dos importantes familias nobles británicas: Lancaster y York.
El nombre de la guerra está en función de los emblemas que representan estas dos familias: Casa de Lancaster (rosa roja) y la Casa de York (rosa blanca).
Causas
- Histórica rivalidad entre las dos familias nobles inglesas (Lancaster y York).
- Disputa por el trono de Inglaterra entre estas dos familias.
¿Cómo empezó?
En 1455, Inglaterra estaba gobernada por el rey Enrique VI de Inglaterra, de la Casa Lancaster. La derrota en la Guerra de los Cien Años (1337 a 1453), la débil administración y los problemas mentales presentados por Enrique VI crearon un clima favorable para la disputa por el trono de Inglaterra.
Ricardo III, duque de York, se unió a varios nobles ingleses y exigieron la renuncia de Enrique VI al trono de Inglaterra. En 1455, Enrique VI, organizó un ejército para atacar a Ricardo y su grupo. Había iniciado la Guerra de las Dos Rosas.
Durante los 30 años, hubo varias batallas y victorias en ambos lados. Miles de ingleses murieron en el conflicto e Inglaterra prácticamente se dividió.
Fin de la guerra
Con la derrota y muerte de Ricardo III en la Batalla de Bosworth (1485), el vencedor Henry Tudor fue coronado rey de Inglaterra (Enrique VII). El nuevo rey consiguió poner fin a los conflictos militares y disputa política por casarse con Elizabeth de York, uniendo las dos familias.
Consecuencias
- Centralización política en manos del rey de Inglaterra.
- Fortalecimiento de la dinastía Tudor.
- Formación de la monarquía nacional en Inglaterra.
- Debilitamiento del poder político de los señores feudales y nobles relacionados con actividades rurales.
- Reducción de la influencia inglesa en Europa.
- Incremento de la influencia de los comerciantes en la vida política británica.