En la transición entre los períodos Arcaico y de Homero, tenemos el desarrollo de un proceso de desintegración gradual de las comunidades y la aparición de las primeras polis griegas. Con los años, este tipo de unidad socio-política había llegado a caracterizar el perfil de toda la Grecia Antigua. Independientes unas de otras, especialmente por las dificultades de comunicación, estas ciudades-estado fueron tomando con el tiempo las características que profundizaron sus diferencias.
Par dar ejemplo de este tipo de situaciones, por lo general tomamos las ciudades de Esparta y Atenas como un modelo que puede mostrar claramente el rico mosaico cultural, religioso, político y económico del mundo griego. A partir de sus orígenes, podemos ver que mientras que los espartanos eran descendientes de los guerreros dorios, los atenienses fueron originarios de las personas responsables de la formación tradicional de la civilización creto-micénica.
Desde el punto de vista económico, los atenienses se aprovecharon de su posición geográfica para desarrollar un intenso comercio marítimo con las colonias establecidas en el Mediterráneo y Asia Menor. La necesidad para el desarrollo comercial también ha sido vinculada a la limitada disponibilidad de tierras fértiles a lo largo de sus campos. De vuelta en Esparta, la gran disponibilidad de tierra y un fuerte odio a los extranjeros favorecieron una actividad agrícola autosuficiente y un comercio delimitado.
Con respecto a las instituciones políticas, vemos que en un principio estas dos ciudades-estado estuvieron a favor de la dominación de la aristocracia local. Sin embargo, los atenienses establecieron una serie de reformas para crear un gobierno de carácter democrático. Por el contrario, Esparta había dividido su poder entre los dos reyes (diarquía) que se ocupaban de asuntos militares y religiosas.
La educación de los griegos y los espartanos eran muy diferentes con respecto a los fines de que cada uno tomó. Los espartanos dieron un paso importante en la educación para que los ciudadanos interiorizasen los valores militaristas y el riguroso entrenamiento físico en los más jóvenes. En Atenas, la educación era un privilegio reservado para los que habían prestado servicios a pagar por un tutor. Los atenienses trataron de lograr un equilibrio entre el cuerpo y la mente de cada individuo.
En cuanto al papel desempeñado por las mujeres, también se observó otra diferencia interesante entre los espartanos y los atenienses. En Esparta, la mujer debía ser responsable de la generación de individuos preparados para la batalla y poseían una rigurosa educación para tomar labores domésticas y participar en asamblea.as Dado que los atenienses creían que una mujer no debía inmiscuirse en el mundo masculino, en Atenas su labor fue restringida a las actividades del hogar.
A través de estas características, está claro que la Grecia Antigua era un lugar que reunía una compleja red de culturas. Cuando nos damos cuenta de las diferencias entre los espartanos y los atenienses, somos capaces de entender que los griegos no pueden ser vistos como parte de una especie de nación. A pesar de compartir algunas costumbres y tradiciones, los griegos no hacían de la Hélade un lugar de características uniformes.