Los paisajes son influenciados principalmente por dos factores:
- Por el tipo de rocas que existen en cada lugar;
- Por el tipo de agentes de erosión y meteorización que actúan sobre las rocas en aquel lugar.
Así, con el paso del tiempo, los paisajes van cambiando de aspecto. Este capítulo se centra en los paisajes donde abundan los tres tipos de rocas (magmáticas, sedimentarias, metamórficas).
Los paisajes geológicos pueden ser:
Paisaje granítico, donde son comunes los Caos de Bloques o de Bolos (Targasonne, Font-Romeu-Odeillo-Via, Pirineos Orientales, por ejemplo);
Paisaje calcáreo, con el característico Modelado kárstico con rocas carbonatadas, principalmente calizas. Este paisaje recibe su nombre a partir de la región de Karst, en Croacia (El Torcal, Antequera, por ejemplo;
Paisaje basáltico, con prismas basálticos (disyunción columnar) y playas de arena oscura (por ejemplo, en las Azores).
Las regiones sedimentarias tienen características muy propias, y las formaciones geológicas que en ellas predominan pueden ser bastante peculiares. Todos esos paisajes son modelados por los agentes erosivos, como el agua de las lluvias, de los ríos, de los mares o viento.
Las regiones volcánicas son los ejemplos más evidentes de paisajes asociados a rocas magmáticas.
